'Levántate', el programa más lacrimógeno de Telecinco
Si era lo que quería, Telecinco lo ha conseguido. Tiene entre sus manos el programa más lacrimógeno de la televisión. Levántate se estrena este martes en televisión y, como arma de destrucción masiva la cadena jugará única y exclusivamente con la lágrima. Un arma potente, no se crean.
Ellos lo llaman emotalent, un nuevo palabro que pretende hacer referencia a la emoción y al talento. Yo lo llamaría emoshow, ya que pretende hacer de esa emoción un espectáculo. Desde el minuto uno, la audiencia entrará en un círculo vicioso de la conmoción. Todas las claves para ser un éxito de esos que destrozan a la competencia.
Los talent funcionan. Los niños funcionan. Los padres funcionan. Hermano mayor funciona. Este cóctel puro y duro de Telecinco revuelto, que no agitado, pretende aguantar el tipo hasta la 1 de la mañana. Tres horas de pañuelo y autoflagelación.
La Competencia, productora que está detrás de este programa y creadora de formatos de cabecera de Mediaset en estos momentos, ha aprendido. Ha aprendido de los errores de Pequeños gigantes, que fascinó por unos protagonistas bien elegidos pero envueltos, sin embargo, en un papel muy descafeinado.
Pequeños gigantes fascinó por unos protagonistas bien elegidos pero envueltos en papel descafeinado
La tele de niños, como siempre, es más corta. Levántate tendrá seis galas y de su éxito depende que se ruede una séptima extra. La tele de los niños es siempre más corta. Lo han demostrado otros como La Voz Kids o Masterchef Junior. Los niños a granel no encajan, ya lo demostró Tu cara me suena mini.
La audiencia es libre y soberana y se levanta cuando le da la gana. En este programa manda, en su mayoría, el público allí presente. Un parlamento televisivo. 300 personas (300 puntos) que levantan su culo del asiento para dar un sí, quiero a lo que suena en el escenario. El resto de los puntos lo reparte el jurado, Niña Pastori, Ruth Lorenzo y Pedro García Aguado. 50 puntos cada uno que sólo reparten si cuando termine la actuación están levantados de su silla.
La televisión necesitaba un nuevo rostro que diese un giro de timón a estos formatos como Ruth Lorenzo
Ruth Lorenzo lleva la voz cantante en el jurado. La voz de Eurovisión pedía a gritos un programa de televisión. Y no porque ella lo demandase, sino porque la televisión necesitaba un nuevo rostro, fresco y arrollador, que diese un giro de timón a este tipo de formatos. Ella es la mujer de los totales. Ella es el show televisivo. Se lo aprendió bien en la televisión inglesa.
El pero de este programa llega con la espectacularidad del mismo. Mucho grano y poca floritura. Sin descanso, el programa se corta a base de microhistorias que no tienen el espacio para lo normal y sí para lo dramático. Corte, corte y corte. Sin espacio para la gran actuación, para la gran escenografía o para el viralismo. Televisión para ver en directo. Sin más miramientos.
PD: Se nota cuando una cadena confía en su producto. En esta ocasión, Telecinco sí ha enseñado el primer programa a la prensa.