'Gran Reserva' como ruta enogastronómica de La Rioja
No pudieron elegir sus creadores un mejor nombre para bautizar Gran Reserva. Estrenada en 2011 en La 1, la serie protagonizada, entre otros, por Emilio Gutiérrez-Caba y Ángela Molina que se convirtió en uno de los mejores productos de ficción nacional, como así certificaron los críticos y los numerosos premios logrados. También la audiencia, por supuesto.
Gran Reserva fue una combinación apasionante que nos adentraba en la lucha entre nuevos productores de vino y gente de la 'vieja escuela', entre grandes y pequeñas empresas, entre enamorados de la tierra y empresarios... una lucha en la que, de una u otra forma, todos tenían que posicionarse finalmente.
Todo un culebrón que encontró en La Rioja el escenario perfecto. Unos parajes que conviertieron en el complemento perfecto para conseguir que Gran Reserva hiciera honor a su nombre. Una tierra que ha sabido aprovechar muy bien el éxito de la serie: desde su lanzamiento, las visitas que buscan los parajes que pisaron sus protagonistas subieron un 27%.
Con la ayuda de La Rioja Turismo y la productora Bambú hemos elaborado una completa ruta enogastronómica por los lugares donde se rueda la serie de La 1, que hará las delicias de los aficionados a la ficción y al buen vino.
Finca Valpiedra
Situada en un espectacular meandro del río Ebro, cerca de Ceniceros, la mayoría de los exteriores de Gran Reserva se ruedan en Finca Valpiedra, la única bodega de Rioja que pertenece a la asociación de Grandes Pagos de España. Allí están las fincas de los Reverte y los Cortázar, separadas por muy pocos metros en la vida real. También se encuentra el árbol donde se refugia Lucía Reverte (Paula Echevarría) para reflexionar, o la playa donde se escapan Raúl Cortázar (Aitor Luna) y Paula (Belén Fabra) para vivir su romance. Ya en la bodega, los visitantes podrán ver las distintas botellas firmadas por los actores de la serie (incluida la de David Bustamante).
Briones
Lasiesta es una población ficticia. En realidad, la población por la que se mueven los actores de Gran Reserva es Briones, una pequeña localidad situada en el noroeste de la provincia y emplazada sobre un cerro de 80 metros. Allí nos encontramos con la iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, lugar en el que se han rodado los entierros más tristes de la ficción, bautizos y enlaces, o el Palacio del Marqués de San Nicolás, que en Gran Reserva se ha convertido en la comisaría de la agente Ortega. Ha sido Sara (Alejandra Lorente) la que más escenas ha protagonizado en Briones. Los visitantes podrán ver desde el bar en el que trabajó en la primera temporada de la ficción hasta el portal en el que vivió durante sus primeros episodios.
Bodegas Miguel Merino
También en Briones se encuentra Bodegas Miguel Merino. Su propietario, que recuerda por su aspecto a don Vicente Cortázar -jamás en el carácter-, ha sido el asesor de la serie junto a su hijo. Por ser una pequeña bodega que elabora pocas botellas de vino al año, podría decirse que representa a los Reverte.
No obstante, a pesar de su tamaño y breve historia –su primera añada fue 1994-, sus vinos se han situado entre los más prestigiosos de España y ya exportan a más de treinta países.
Dinastía Vivanco
Justo enfrente de Bodegas Miguel Merino se encuentra Dinastía Vivanco, un impresionante complejo que sirve como homenaje al vino. Enclavada en Briones, los visitantes podrán conocer la cultura del vino a través del museo que protegen sus tierras. La Fundación Dinastía Vivanco ofrece un paseo por la historia y la cultura del vino, producto éste asociado a la mitología y la religión, con fuerte presencia social y cuya elaboración precisa, tanto en el campo como en la bodega, de trabajos que recogen la esencia de labores tradicionales.
Haro
Un gran cartel en el que se puede leer ‘Capital del Vino’ abre las puertas de Haro, una de las localidades de La Rioja con más bodegas por metro cuadrado. Allí se encuentran algunas de las firmas más prestigiosas del mundo vinícola. Sus calles también han presenciado algunas escenas de Gran Reserva, como la detención de Julián Calvo. Esta tradición en el mundo del vino es lo que ha hecho que la ficción de TVE haya conseguido audiencias astronómicas en la comunidad,alcanzando cuotas del 70% en sus mejores tiempos. Allí el raro era el que no veía Gran Reserva. Situada en el norte de La Rioja, sus tierras acogen los vinos de Bodegas Muga, Viña Tondonia o Rioja Alta o Roda. En ninguna de ellas se ha rodado la ficción, pero los visitantes encontrarán en sus bodegas muchas similitudes con las de los Cortázar y los Reverte.
Bodegas Muga
Situada en el Barrio de la Estación de Haro, las instalaciones de esta bodega están asentadas en un edificio bicentenario, con la piedra y el roble como elementos centrales del mismo. Los visitantes podrán conocer en sus viñedos la verdadera cultura de La Rioja, una tradición añeja y milenaria que gira alrededor de 200 depósitos de roble. Es una de las pocas bodegas que cuenta con su propia tolenería. Los que por allí se acerquen descubrirán, de principio a fin, cómo se crean las barricas que conservarán el vino durante gran parte de su vida.
Viña Tondonia
Un fino hilo amarillo decora las mejores de sus botellas. Es, por tradición, una forma de demostrar que jamás ha sido abierta. Viña Tondonia también tiene su sede en Haro, a pocos metros de su competencia. Allí, sin embargo, aseguran que jamás existen las rivalidades y las historias de amor que se narran en la ficción de La 1. Sus viñedos ocupan una extensión total de 170 hectáreas y producen 800.000 kilos de uva. Tienen bajo su suelo uno de los mayores tesoros para los amantes del vino: botellas centenarias, tan frágiles que tienen que ser abiertas a base de calor para no romper el cristal. Cubiertas por una pared de moho, están perfectamente clasificadas y ordenadas como un archivo histórico que sólo cuenta la historia de su vino.
Bodegas Roda
Bajo un edifico de corte moderno se encuentra escondido uno de los calados más cuidados de La Rioja. Se trata de una cueva de piedra que recuerda más que ninguna anterior a la bodega de los Reverte: una empresa de pequeña producción que ha sabido explotar a la perfección el turismo que se busca en Haro. Decorada e iluminada por la luz de las velas, el visitante podrá disfrutar de un buen vino rodeado sólo de barricas.