Ninguna edición de Gran Hermano (anónimo o VIP) ha servido de inspiración para el mundo de la moda. Pocos –por no decir ninguno- han sido los concursantes que han destacado por su estilo en los quince años de vida del formato. Aún no he superado el vestido rojo de boda de pueblo rancio con el que ganó Laura GH12, ni el disfraz playero con pelo teñido con el que salió Ismael vencedor de la primera edición. Tampoco el look de mafioso de la final de Juanjo en GH6. Judith (de GH9) inspiró a los jóvenes con tendencias hacia lo gótico (y asustó a las abuelas, que hay muchas seguidoras del formato) y Pepe de GH12+1 que parecía ir siempre con el “uniforme” de bailaor flamenco puesto.

Sin embargo, y pese a todo lo que hemsos recordado, lo que estamos sufriendo con GH VIP 3 parece de película de terror. Solo falta que metan a Paco el taxista (de GH15), aunque mejor no doy ideas. No hay “famoso” que escape de este artículo que busca lo peor de lo peor en cuanto a estilismos en su día a día (galas, jacuzzis y fiestas varias) entre las cuatro paredes de la archiconocida casa de Guadalix de la Sierra.

Pese a los esfuerzos de Belén Esteban y su famoso pijama de leopardo morado por seguir siendo dentro de la casa la reina que se supone que es fuera, este artículo tiene el deber moral de comenzar el repaso a la antimoda de Gran Hermano VIP 3 con el vestido de leopardo que se puso Ylenia para entrar en el concurso. Ese vestido.

La audiencia quedó en shock durante un microsegundo antes de lanzarse a las redes sociales. La joven de Benidorm, conocida por su paso por Gandía Shore (y su fuerte carácter), eligió un look que hubiera encajado más en Supervivientes o Perdidos en la Tribu. El vestido lo tenía todo, corto por delante y largo por detrás, mangas extralargas, hombros al aire y cut outs desde la cintura hasta mostrar la espalda.

Y entonces, cuando pensábamos que el cupo choni estaba cubierto…llegó ella: la Chari. Y el que avisa no es traidor… En sus apariciones en debates anteriores ya había lucido sus mejores galas enseñando escote, piernas y lo que se terciase. Para su gran momento, el de volver a entrar en GH, eligió un ceñido minivestido oscuro con la parte superior de estilo lencero con lentejuelas plateadas. Y se quedó tan contenta. Cuando Twitter apenas comenzaba a arder, abrieron más el plano y pudimos ver que había combinado el vestidito en cuestión con unos tacones blancos a lo Drag Queen. Por favor, Jordi, pasa ya a los anuncios.

Belén y las camisetas no se llevan bien. Primero por un evidente error de tallaje: "Andreíta, la talla de mamá no es una M por mucho que ella te lo dijera cuando encargaste la camiseta". El mismo problema tuvo Kiko Rivera con la camiseta de la zumba, así no había quien bailara. Volviendo a la Estaban, no compartimos la fantástica idea de combinar el rosa fucsia de la prenda con el color de labios. No, no y no. Y tampoco mejora ese look de andar por casa cuando decide ponerse sobre un jersey de cuello vuelto negro una camiseta de tirantes de Justin Bieber (a lo David Bowie) en referencia a su hija, fan del cantante. Y aunque pruebe a llevarla sobre la camiseta -¿de pijama?- con dibujos de bigotes no mejora el resultado.

Otro de los grandes problemas de estar en una casa en la sierra y salir por la tele es que quieres ponerte tus mejores galas, que hay millones de personas mirándote, pero también hace frío cuando sales al jardín o vas al confesionario. Entonces surgen las mezclas de chaquetones con pijamas, gafas de sol dentro de la casa (un clásico), vestidos de noche y gorros, más bien gorros y todo lo que puedas ponerte en la cabeza parece estar permitido –sobre todo si tienes raíces- aunque no estés en Sierra Nevada, en Qatar –por el turbante de Ares- o en un rodaje de Bollywood –por las cadenitas de Aguasantas-.

Desde luego, las tendencias dentro de la casa parece que no existen. Se lleva todo. Por ejemplo, la minifalda vaquera con cristales con la que entró de nuevo, por poco tiempo, Olvido Hormigos coincidiendo con el indescriptible pantalón rojo “cagón” de Ares.

No puedo dejar fuera del repaso a la antimoda del reality dos de los lugares en los que GH encuentra su verdadera razón de ser: la cama y el jacuzzi. En unos meses hemos pasado de ver a Shaima meterse completamente vestida de pies a cabeza al destroza-retinas triquini de Chari –admitiendo su tipazo, que conste-. Y sin darnos tiempo a respirar entre una y otra imagen. Así es la vida del seguidor de Gran Hermano.

En cuanto a los pijamas… Mediaset ya hizo un avance del desastre con el capítulo de la fiesta de pijamas de Chabelita y Sema en Cazamariposas, pero eso era solo el principio. Ahora, media España se pregunta cabreada cómo es posible que sea un éxito de ventas el pijama de leopardo morado de Belén Esteban y la otra media ya lo ha buscado por Internet para comprárselo. Y también algunos, los que tienen más sentido del humor, de las dos Españas, se lo han puesto como disfraz de Carnaval. Esto de llevar animal print, hay que reconocer, es todo un arte. O si no que le pregunten a Kim Kardashian y el precioso pijama de seda que lleva en su reality. Este es un sí.