El viernes 8 de marzo se celebra, como todos los años, el día internacional de la mujer trabajadora, una fecha en la que se reivindican los derechos civiles y laborales de las mujeres; se exige su plena integración en la sociedad; la plena igualdad con el hombre, y se reclama el fin de la discriminación por razones de sexo en todos los países del mundo. 

TCM quiere unirse a esta jornada dedicando la programación de todos los sábados y domingos de marzo a películas protagonizadas y dirigidas por mujeres, y a aquellas en las que los personajes femeninos son el eje fundamental de la trama. Un mosaico de títulos que permiten asistir a la evolución de la vida y el trabajo de las mujeres a lo largo de toda la historia.

Así, durante todo el mes, los espectadores podrán disfrutar de filmes clásicos como Ninotchka, con la inmortal Greta Garbo interpretando a una férrea comisaria soviética que sucumbe a los encantos de la sociedad capitalista, o La mujer del año, con Katharine Hepburn abriéndose camino en un mundo laboral absolutamente masculino. También podrán ver a Holly Hunterinterpretando a una mujer sordomuda en El piano, de Jane Campion, o a Elizabeth Taylor en toda su belleza y esplendor, mostrando toda su frustración sexual en La gata sobre el tejado de zinc. 

Dos de las más importantes realizadoras norteamericanas de las últimas décadas, Jodie Foster Kathryn Bigelow, tampoco faltarán a esta cita de marzo y lo harán con dos películas en las que ambas directoras observan minuciosamente el comportamiento masculino en situaciones bien distintas. Se tratan de El Castor, con un Mel Gibson interpretando a un padre de familia que pasa por una profunda crisis de identidad, y En Tierra Hostil, la crónica de la vida diaria de los soldados estadounidenses que desactivan explosivos en la guerra de Irak.

Será, en definitiva, un recorrido en el que el espectador de TCM tendrá la oportunidad de convivir con mujeres de diferentes épocas, edades y condición social. Desde la entrañable prostituta a la que dio vida Shirley MacLaine en Irma, la dulce, a mujeres fatales, como la que interpretó Rita Hayworth en La dama de Shanghai, pasando por las dos inocentes ancianitas que envenenaban a sus huéspedes en Arsénico por compasión, o la Lolita que, basándose en la novela de Nabokov, retrató Stanley Kubrick. Una treintena de largometrajes en los que el género es indiscutiblemente femenino.