Anna Allen ha estado en boca de todos esta semana, y no precisamente por su trabajo. La actriz engañó a todo el mundo haciéndole creer que había estado en los Óscar haciendo burdos montajes, lo que sirvió para tirar de la manta y descubrir que había habido más mentiras.

Sin embargo, tal como publica La Otra Crónica, también ha habido cosas que ha contado en las que sí ha dicho la verdad. En el año 1999, cuando el Photoshop no estaba instaurado como ahora, posó para la revista Playboy.

Entonces se hacía conocer como "Anuska", una sensual playmate española. Y precisamente esta portada le jugó una mala pasada posteriormente en otra de sus verdades.

Era una mujer conflictiva, con una familia muy desestructurada y con una mente algo turbia

Anna Allen contó también que había denunciado a un hombre por violación, y también fue verdad. Al menos la denuncia, porque el caso no prosperó entre otras cosas porque se presentó la portada de Playboy como prueba.

"Era una mujer conflictiva, con una familia muy desestructurada, y con una mente algo turbia", asegura a la citada publicación el que fuera su abogado, Ignacio Molina. "En el juicio se presentó como de monja, decía que se había encerrado en casa tras los hechos pero descubrimos que había posado desnuda en la portada de Playboy".