¡Cómo me gustan los lunes de TVE!
Si alguien me preguntase cómo debe ser una televisión pública tendría claro cómo contestarle: exactamente, como la que hay cada lunes por la noche. A partir de las 10 de la noche, no antes. A partir de esa hora comienza una televisión arriesgada, dinámica, plural y didáctica que exige todo lo que una televisión como TVE debería tener en su parrilla.
Me siento en el sofá con una bolsa llena de pipas y termino lleno de cáscaras sin darme cuenta antes de que termine El ministerio del tiempo. La serie de TVE me ha reconciliado con la cadena. La historia de Rodolfo Sancho y compañía me ha hecho desear que pasen los días para ver un nuevo episodio lleno de inspiraciones históricas de esas que te hacen buscar todo lo referente a un personaje rápidamente en el móvil. Contado, todo, de una forma magistral.
El último episodio de la ficción metió a Franco y a Hitler juntos en una misma escena. Sí, y era TVE. Una historia de nazis, de pistoleros, de guerra y de fantasía contada sobre un mismo escenario. Me dejó boquiabierto y con ganas de devorar enciclopedias.
Pero TVE no se quedó ahí en su empeño por que me guste la noche de los lunes. Después comienza Alaska y Segura. Admito que no le hice mucho caso a este programa cuando se emitió en La 2 durante sus anteriores temporadas. Me asomé, me encandiló, pero no conecté.
En este tercer año del programa he encontrado todos los alicientes de un verdadero espectáculo televisivo sin necesidad de grandes platós, grandes presupuestos y muchos fuegos artificiales. Alaska y Segura es pura televisión clásica adaptada a tiempos modernos. Magistralmente realizada y guionizada por lo talentos que se esconden detrás de esos Estudios Buñuel a punto de decir adiós a una parte muy importante de la Historia de nuestro país.
Ambos programas tiene un punto en común: no han terminado de conquistar a la audiencia. Si por audiencia entendemos aquellos porcentajes que salen todos los días a las 8 de la mañana y que ensalzan algunos productos y hunden en la miseria a otros. Entre Bertines, Morenos y Gundines espero que TVE tenga la cabeza lo suficientemente bien amueblada como para no dejar escapar el talento que corre por sus venas. Y ahora me voy a poner la alarma para ver las horas que quedan para que llegue el próximo lunes.