La noche no empezaba muy tranquila en Top Chef. El grupo se dividía en dos, los cocineros y los comensales, unos papeles que luego serían intercambiados. Sin embargo, Oriol, cuando le tocó probar la comida de sus compañeros, se convirtió en la mayor de las críticas hacia todos sus platos.
Esto le convirtió en el gran enemigo de casi todos los cocineros contra los que compite para convertirse en el próximo Top Chef de España. Habló de sabor y de la cantidad de comida que había en los platos. Muy pocas cosas le gustaron y estuvo haciendo comentarios en alto ante la atenta mirada del resto de sus compañeros.
Algunos hablaron de "mala educación", pero ninguno se quiso enfrentar a Oriol y mantuvieron las formas delante suya. "Tomaremos nota", le decían a él directamente cuando recogían los platos.
Sin embargo, el grupo del cocinero fue el que perdió la prueba y le tocó enfrentarse a la valoración del jurado con un plato propio. Ahora eran otros los que opinaban y Oriol no lo pudo consentir. Alberto Chicote criticó duramente el plato del cocinero y se llevó un gran reprimenda. "Vamos a pasar al siguiente plato porque no quiero discutir", comentó Chicote.