El cinismo de Prisa no tiene límites. La compañía anunciaba este lunes que había denunciado ante la CNMC la adjudicación de licencias TDT a Mediaset España y Atresmedia.
Y, para más inri, solicita la suspensión cautelar del mismo para “salvaguardar la libre competencia y el pluralismo en el mercado de la televisión" y adelanta que presentara denuncia ante la Comisión Europea.
¡Qué poca vergüenza! No se puede tener más desfachatez. El grupo que vendió Cuatro a Mediaset España por un monto total de casi 1.000 millones de euros, según la valoración de la época, ahora protesta porque el Gobierno no le ha concedido un canal.
¿Y qué esperaba el señor Cebrián? ¿Pensaba que iban a ser tan idiotas como para concederle una nueva licencia TDT para volver a hacer negocio? ¿Por qué no rechazó vender Cuatro para así salvaguardar la libre competencia?
¡Qué descaro! Lo que ocurre es que este intento por volver a la TDT tendría mucho que ver el hecho de que actualmente un 11% de los ingresos del Grupo Prisa vienen de la televisión.
Y vayamos un poco más allá. Lo que aporta la división de televisión por ingresos publicitarios es mayor que la prensa, pese a que representa un menor porcentaje del total del negocio de Prisa.
En 2015 los ingresos por publicidad en Media Capital -la división audiovisual de Prida- alcanzaron los 23,73 millones de euros, cuando solo representa un 11% del negocio del grupo, mientras que en prensa lo que se ingresó por publicidad fueron 22,92 millones, una división que pesa un 16,6% del total.
Ahora, la intención del grupo era lanzar un canal de forma conjunta con FOX. Un negocio que el Gobierno ha decidido tumbar.