Novena gala de la edición 16 de Gran Hermano y todavía hay quienes tienen cartas bajo la manga. El programa tenía una clara estrategia para confundir a los concursantes y mantener a los espectadores todavía atentos a una edición que se va quedando sin tramas dentro de la casa.
Amanda era la eliminada de la edición de "nada es lo que parece". Y lo que parece es que este Gran Hermano se está quedado sin sus grandes nombres y está fortaleciendo las tramas más aburridas del reality. Amanda era un factor clave para la casa y ha sido castigada, que no expulsada.
La rubia y dueña de las "risas" ha perdido su batalla contra Marta y dueña de la ira de los contrarios a Raquel. Son pocas las razones que Amanda tiene en nombre propio para salir de la casa pero muchas las razones que la han rodeado. Y es que ha sido el gran apoyo de Suso, uno de los concursantes más polémicos, y de Raquel, que levanta odios y amores a partes iguales.
Como conclusión: los muebles de la bibiblioteca alargan su estancia en el concurso. Marina parecía la diana perfecta esta semana para completar el trío la la la formado por Ivy, Carolina y la susodicha. Muebles al plató y carnaza en la casa. Marina, sin embargo, se salva de la quema y hace fuerte al clan del aburrimiento.
Mientras tanto, el programa comienza a virar hacia un monográfico de Suso y Raquel con vídeos de sus peleas, sus reconciliaciones, sus horas sin cámara, sus amigos, sus confesionarios, sus ilusiones... Un monográfico que necesitaba a Amanda para cortar con esta tendencia. Una pareja que ha recibido un tortazo en la cara y que ha perdido el único elemento que les hacía simpáticos de cara a la audiencia.
Con la salida de Amanda, la gran beneficiada ha sido Marta. La concursante se ha quitado del medio a una enemiga eterna dentro de la casa y, además, 3 puntos seguros en cada nominación de aquí a la gran final. De pronto, Marta se ha convertido en una de las protagonistas induscutibles del programa.
Pero la jugada le ha salido bastante mal. Suso consiguió el poder de la salvación y le otorgó al programa un poco de chicha, de sal y de pimienta. Algo que le está faltando en estas últimas semanas por el camino que están tomando las expulsiones. Con este poder en sus manos, Marta subió a la lista de nominados y se enfrenta por primera vez a la audiencia, los "fantasmistas" que siempre la abuchean en cada gala.
Finalmente, el juego de esta semana se jugará entre tres mujeres: Raquel, Marta y Sofía. Tres nombres que son un gran peso para el programa y supondrán una pérdida para la trama del concurso. Una tendencia que se está repitiendo de forma demasiado constante.