Toño Sanchís ante los micrófonos de los periodistas ('Sálvame')

Toño Sanchís ante los micrófonos de los periodistas ('Sálvame')

Televisión

De Corín Tellado a los suicidios de 'Sálvame'

13 diciembre, 2015 00:30

16 días. Poco más de dos semanas separan la muerte de Corín Tellado de la irrupción de Sálvame en nuestras vidas. Y, francamente, si la reina del folletín y la dramaturgia marujil no está narrando con renglones torcidos y retorcidos el devenir de este micromundo y sus criaturas, el repentinamente laureable Íker Jiménez tiene un caso irrefutable de reencarnación entre los focos de ese plató y no se ha dado ni cuenta. Ni combinando todas las copitas de coñac que la best seller asturiana se tomara en su vida para calzarse más de 4.000 novelas (Wikipedia dixit) se le hubiera ocurrido trama más perversa que lo que acontece día sí y día también en la corrala de Jorge Javier.

Para entretener al respetable estos últimos días, les ha dado por hurgar en el último reducto oscuro que esconde un ser humano en su mesilla de noche: el suicidio. O la simulación del mismo, que para el caso es lo mismo. Que sí. Que no. Que le caiga un chaparrón. A Toño Sanchís.

El protagonista de 'El show de Truman' estaría hoy desterrado en un mundo real que necesita su dosis diaria de vida ajena

Vídeos. Cebos. Llamadas en directo. Conexiones desde la puerta de donde sea. Un "última hora" urgente. Una información capaz de desestabilizar el eje de la Tierra. Más videos. Más cebos. Vuelta a empezar. Así, ad infinitum. Hasta el siguiente capítulo de la novela. Sin ir más lejos, acaba de regresar Rosa Benito, la hija prodiga que, entre dimes y diretes, entiende de blísteres y lavados de estómago y aporta un valioso testimonio basado en la propia experiencia. Hoy un despido, ayer el suicidio. Antes, las drogas, las infidelidades, las traiciones y puñaladas, el alcohol y hasta el maltrato de pareja. ¿Por qué lo llamarán Sálvame cuando en verdad esto es "Mátame, camión"?

"La gente se ha cansado de los actores. Esto no tiene nada de falso. No hay guion. Es una vida, en directo"- ¿Paolo Vasile? No. Su alter ego, un ofendido Ed Harris ante el paripé de vida en la que había atrapado a Jim Carrey. Es El show de Truman, esa película que muchos vaticinaron como el Gran Hermano del futuro. Ingenuos. Nadie nunca nos contó cómo continuaba esa vida cuando Truman Burbank cruzaba la puerta azul. Hasta 2009.

Gracias a Sálvame podemos intuir que Truman estaría perdido. Olvidado. Desterrado en un mundo real que necesita su dosis diaria de vida ajena. Quién sabe. Tal vez Truman terminaría arrastrándose hasta la escalera de la puerta azul. Suplicando por volver a formar parte del “directo de su vida”. Quizá en su show no encontrasen una trama para su regreso. Pero en Telecinco, esto sería motivo suficiente para una semana de preparativos y un gran viernes Deluxe.

A Toño Sanchis se lo estaban preparando. La locomotora de la audiencia pide más madera, sin importar los límites de velocidad. Telebasura. Dignidad. Ética. Moral. Bah. Palabrería. Esas barreras se cruzaron hace tantos Tomates ya que resulta estúpido girar la cabeza e intentar ver donde quedan. La pregunta es ¿y mañana? ¿Qué nos aguardará mañana en esta siniestra mezcla de novela rosa y vida en directo? Imaginen lo que quieran. Todo es posible. Llevamos ya dos intentos de suicidios...