20D: Atresmedia recoge sus frutos, Mediaset pincha y TVE se suaviza
Quien siembra vientos, recoge tempestades. Este refrán bien puede servir para explicar lo que se vivió en televisión esta noche electoral histórica. Muchos se lo pueden tomar bien y otros no tanto. Y es que las privadas recogieron los frutos que han estado sembrando estos últimos meses, en cuanto a forma, contenido y seguimiento.
Todos los ojos estaban puestos en TVE. La televisión pública se enfrentaba a su último evento político antes de vivir un cambio de la Cámara y, por lo tanto, de sus propias tripas. TVE se ha hundido en términos de audiencia y ha perdido mucha parte del prestigio que la perseguía en estos últimos años. La pública ha dejado de ser referencia informativa a favor de la producción privada.
En esta ocasión, TVE tenía un as en la manga. La Corporación ha soltado 470.000 euros de su bolsillo para ser prioridad ante las privadas y ser los primeros en ofrecer la encuesta más profunda. A las 20:00 horas en punto de la noche, María Casado daba a conocer los primeros sondeos y era replicada en el resto de televisiones.
TVE ha aprendido de los errores en esta ocasión. La pública se ha estado pegando tiros en los pies todos estos años y sabe que, de no moderarse, se enfrentaría a una gran revolución interna en el momento en que se formase la nueva Cámara. La 1 y Canal 24 Horas han eliminado el azul popular de sus pantallas para ofrecer los colores de la bandera española que no dejan tan claras sus preferencias e ideologías políticas.
La pública ha modernizado notablemente sus grafismos y ha ofrecido al espectador un contenido mucho más atractivo. Desde el primer momento en el que emitían una cuenta atrás previa a la publicación de los sondeos, TVE ha dejado claro que en esta ocasión no quería ser aplastada en términos de seguimiento por su competencia más privada. Además, se ha moderado en cuento a los colaboradores, ofreciendo opiniones mucho más estables a la derecha y a la izquierda y no tan radicales como en anteriores citas electorales. Les hacía dar un paso atrás su lentitud a la hora de actualizar el escrutinio que siempre iba por detrás del resto de cadenas.
Lo peor de la pública fue Sergio Martín y Pedro Carreño. Al primero, porque se le ha dado la oportunidad de estar al frente de un formato que no sabe aprovechar. El segundo demostró su poca agilidad con los directos quedándose trabado en más de una ocasión y mostrando sus debilidades frente a otros compañeros de la cadena mucho más frescos.
Atresmedia ha luchado mucho este último año para convertirse en tradición informativa durante las diferentes elecciones que se han vivido estos meses. laSexta ha ocupado el primer puesto como referencia y no quería perder la corona en el empujón final. El grupo de San Sebastián de los Reyes tenía preparado un gran despliegue para ofrecer la mejor cobertura del evento político.
Respecto al grafismo, no ha habido sorpresas dentro del grupo y ha repetido lo que tan bien les ha funcionado en anteriores comicios. Tanto Antena 3 como laSexta han ofrecido un doble contenido, más informativo con Vicente Vallés y Antonio García Ferreras y más opinativo con Susanna Griso y Ana Pastor en las mesas de análisis y debate.
Antena 3 debería aprender en estos días de su hermana pequeña (que en estos eventos se hace mayor). La cadena naranja ofrece mucha menos espectacularidad en cuanto a su análisis y se le notan ciertas debilidades en cuanto al nombre de sus colaboradores, mucho más desconocidos para el público.
Todos deberían pedirle a los Reyes Magos una tableta como la de Ferreras. Ya tiene nombre: el pactómetro. Un elemento fundamental para una noche como esta. El periodista analizó a la perfección las posibles alianzas entre partidos para alcanzar la mayoría absoluta y se lo enseñó a los espectadores de forma muy visual y fácil. Algo que necesita un análisis como este.
Ferreras y su equipo supo elegir muy bien sus pausas publicitarias y, mientras el resto de cadenas privadas se perdieron algunos momentos como la rueda de prensa de la vicepresidenta del Gobierno el ministro de Interior o las primeras declaraciones de Pablo Iglesias. laSexta sólo se comió la intervención de Albert Rivera y la emitió unos minutos después cuando regresó.
Tanto Antena 3 como laSexta han aprendido a rodar durante estos meses. De los errores se aprende y de los resultados se recogen preferencias. Esto es lo que les ha valido para estar un paso por delante de Mediaset España durante toda la noche. Telecinco y Cuatro no han sabido ser competitivos con un contenido que no distaba mucho de lo que es su programación más habitual.
Cuatro apostaba por Las mañanas de Cuatro y apenas se diferenciaba de una edición matinal del programa. Telecinco le concedía el especial a Pedro Piqueras, su rostro más seguido, para hacer un informativo al uso que contaba con algunos expertos en la mesa como única diferencia notable y poco a tener en cuenta. Ambas cadenas se copiaban los grafismos cuando comenzaba el escrutinio, lo que no les daba a ninguna un valor añadido.
Mediaset España le lleva dando la espalda a la política desde hace muchos meses. Más allá de Las mañanas de Cuatro y Un tiempo nuevo en Cuatro, el grupo no tenía más espacios en los que hacer actualidad politica. El grupo no ha acostumbrado a sus espectadores a este tipo de contenidos y ellos no se han fortalecido en este campo.
Otra que ha aprendido por el camino cómo enfrentarse a una noche electoral ha sido 13tv. La cadena ha dado cobertura desde dos espacios, uno más informativo con Alfredo Urdaci y María Pelayo y otro de análisis con Carlos Cuesta como moderador del debate. La cadena ampliaba su despliegue respeto a anteriores comicios y demuestra que compite con los grandes grupos de comunicación. A la cadena de la Conferencia Episcopal se le olvidaba por el camino nombrar que el primer sondeo publicado era de las televisiones públicas y sólo nombraba a Demoscopia como fuente.
Las Elecciones Generales de 2015, televisivamente hablando, vuelven a dejar claro que un mismo evento puede ofrecerse de distintas formas y que cada cadena tiene unas preferencias. Que el rodaje es aprendizaje. Atresmedia ha sembrado frutas y hortalizas durante este último año y ahora está recogiendo el buen hacer. Mientras tanto, Mediaset lo intenta a medias y no lo consigue. Un grupo que ha demostrado su eficacia con el espectáculo deja entrever que no quieren darle espectacularidad a la política.