laSexta ha intentado recuperar para el prime time un género tan olvidado en esta franja como los concursos. La intención es buena, se echa de menos formatos de cultura general en horario de máxima audiencia, pero el tiro les ha salido por la culata al ver el resultado final.
Si algo se le exige a un concurso con preguntas y respuestas tan sencillas es el ritmo, y precisamente es de lo que más carece ¿Y tú qué sabes? La primera parte del programa es una batería de preguntas y respuestas que los tres invitados famosos contestan a la vez que los estudiantes que acuden como público en plató y a las que Óscar Terol intenta poner tensión a pesar de la sencillez de la gran mayoría de ellas. Tantas preguntas con tantos parones hacen eterno el avance.
En este punto, el nuevo programa tiene mucho que aprender de otros que ya tenemos en España. El ritmo de ¡Ahora caigo!, las pruebas finales de ¡Boom! o el rosco de Pasapalabra tienen ese ritmo frenético que se espera de una batería de preguntas. En el caso de Atrapa un millón, la falta de ritmo fue uno de los elementos que hizo que fuera perdiendo audiencia, aunque sí jugaba mucho mejor con la tensión con preguntas mucho más complicadas.
Vídeos sin sentido
Otro punto en el que ¿Y tú qué sabes? resbala es en su humor. Está bien eso de meter vídeos para introducir preguntas, pero siempre que tengan sentido. ¿De verdad es necesario volver a ver el momento de Diego "el Cigala" gritando "atrás" en El Hormiguero para introducir una pregunta sobre adverbios? Y sobre todo, si hay vídeos con música, no es necesario que el público baile obligado por el regidor. ¡Cuánto daño ha hecho La ruleta de la suerte!
Queremos ver quiz shows en prime time, pero queremos también que sean buenos
Tampoco este nuevo programa de laSexta acierta en sus invitados. Los primeros que han pisado el plató han sido Irene Junquera, Santiago Segura y Jorge Blass. La primera es probablemente la cara más fresca y acertada, pero quizá demasiado endogámica de laSexta. El director de cine siempre es un seguro, pero después de tantas apariciones en televisión resulta de todo menos novedoso. Y Jorge Blass no tiene suficiente nombre para destacar.
Algo que sí hay que elogiar de ¿Y tú qué sabes? es su intento de involucrar a la audiencia. Mediante la app del programa, los espectadores pueden contestar las preguntas que se hacen en el programa y ser uno más aunque no estén en plató.
Quizá este punto es insuficiente para levantar todos los demás. Óscar Terol hace lo que puede por levantar un concurso que a duras penas se sostiene. Queremos ver quiz shows en prime time, pero queremos también que sean buenos.