Pobre Mark Ruffalo. Es lo que pensaron muchos cuando vieron la reacción del actor al perder el Oscar a mejor actor secundario. Ruffalo escuchó su nombre a la hora de nombrar el ganador, lo que le dio un poco de esperanza. Pero ese micro segundo entre el nombre y el apellido le jugó una mala pasada.
El actor ya se creía ganador del gran premio cinematográfico cuando realmente el premiado era Mark Rylance. Para disimular, Ruffalo exageró su felicidad ante el premio de su compañero. Pero las cámaras ya le habían cazado.
Mark ha sabido salir muy bien de los comentarios de las redes sociales y ha bromeado sobre el asunto con unas graciosas fotografías en las que pretende llevarse parte de la decoración de la gala.