Las pruebas de la falta de transparencia en el Comité de Autorregulación de TV
La Comisión Mixta de Seguimiento del Código de Autorregulación sobre Contenidos Televisivos e Infancia siempre se ha visto rodeada de dudas sobre su funcionamiento y transparencia. Sin embargo, nunca había habido pruebas claras sobre ello.
Ahora, este portal ha podido comprobar lo fácil que resulta registrar de forma anónima diversas quejas contra una cadena a través de tvinfancia.es, web donde se recogen las reclamaciones contra las cadenas.
No existe ningún mecanismo que permita comprobar la identidad del reclamante
La vulnerabilidad de esta web es tal que no existe ningún mecanismo que permita comprobar la identidad del reclamante. De hecho, este portal ha tenido la oportunidad de presentar, a modo de prueba, varias reclamaciones utilizando identidades ficticias, que han sido registradas válidamente en la página web.
Y así, por ejemplo, el pasado viernes registrábamos una reclamación a nombre de Belén Esteban González con el DNI ficticio 01234567A. Sólo unos minutos después recibíamos un mail que nos confirmaba que se había recibido correctamente nuestra reclamación.
Lo mismo ocurría este lunes. Entonces registramos una reclamación a nombre de Paolo González Díez con el DNI ficticio que aparece como ejemplo en la web X1234567. En este caso elegíamos como cadena de emisión La Siete, la cuál cesó sus emisiones en mayo en 2014.
Al contrario de otras webs de reclamaciones, donde existen herramientas que permiten asegurar la autenticidad de las reclamaciones y de la identidad de quienes las formulan, en TV infancia no existe ninguno de estos mecanismos, lo que deja en entredicho la fiabilidad del proceso.
Se da la circunstancia, además, de que a pesar de que nueve canales cesaron sus emisiones en mayo y de que sólo se pueden registrar reclamaciones sobre contenidos emitidos en los últimos meses antes, cadenas como Nueve, laSiete, laSexta 3, Xplora, Nitro, Marca TV, AXN o Intereconomía siguen apareciendo en tvinfancia.es
Dudosas quejas
Esto ha llevado a que, según ha podido constatar este portal, Telecinco pasara de tener 23 quejas durante los tres primeros trimestres de 2014 a 96 en el último trimestre. Pero, es más, Sálvame pasó de no tener quejas en el tercer trimestre a 39 en el último.
Lo más curioso de esas quejas, además, era el lenguaje empleado. En algunos de los casos la terminología era más propia de profesionales del sector que de simples y sencillos espectadores.
La terminología de las quejas era más propia de profesionales del sector
Es decir, mientras que en RTVE Responde los espectadores aparecen haciendo sus reclamaciones con un lenguaje más coloquial, en estas quejas aparecen expresiones más propias del código de autorregulación como “graves conflictos emocionales” o “manifestaciones denigratorias”
También se han observado comportamientos inéditos en los reclamantes, como por ejemplo la presentación por parte de un mismo reclamante de distintas reclamaciones atinentes a un mismo contenido televisivo.
Asimismo sorprende que se hayan registrado más reclamaciones contra programas que recogían imágenes de Adán y Eva como Todo va bien, o contra promociones, que contra el propio reality.
Por todo ello, a modo de protesta, Mediaset España decidió abandonar la última reunión del Comité que tuvo lugar el pasado 13 de febrero. Además, el grupo de comunicación ha mandado una carta al director general de Red.es, César Miralles, solicitando la implementación urgente de herramientas que aseguren la autenticidad de las reclamaciones.
La inutilidad del Comité
Esta falta de transparencia y mal funcionamiento de la web del Comité de Autorregulación de no viene sino a poner en duda la necesidad de tal organismo, teniendo en cuenta que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia ya actúa como regulador de televisión.
De hecho, la CNMC ha abierto distintos expedientes contra programas de Mediaset España, entre ellos uno que exigía a la cadena que adecuara los contenidos de Sálvame Diario a la calificación por edades de su horario.
“Lo único que genera el informe del Comité de Autorregulación es mala publicidad para las cadenas”, afirman fuentes del sector.