La importancia del vestuario en 'La embajada': definiendo dos mundos

La importancia del vestuario en 'La embajada': definiendo dos mundos

Televisión

La importancia del vestuario en 'La embajada': definiendo dos mundos

2 mayo, 2016 13:18

El segundo capítulo de La Embajada es uno de los más esperados de la temporada. ¿Renovará con su público este lunes? Ahora que ya nos han presentado a los personajes y algunos de los problemas de esta embajada española en Bangkok, nos proponemos seguir analizando su vestuario para conocer algo más sobre la personalidad de los protagonistas. La diseñadora de vestuario, Elena de Lorenzo, habla con nosotros en uno de sus pocos ratos libres entre escena y escena de los capítulos que están aún grabando.

El clima, la propia ciudad y sus exteriores son un personaje más y viste mucho

La Embajada es un bombonazo y como siempre, un reto”, responde. Asegura que una de las claves en torno a la que diseñaron el vestuario general de la serie fue dónde transcurre la acción: Bangkok. “Evidentemente ahí nos condicionaban mucho los colores, el clima y la propia ciudad y sus exteriores que son un personaje más y visten mucho también”.

Entre las líneas de trabajo que se marcaron desde el principio fue la búsqueda de una serie “realista y austera” huyendo del estereotipo del súper lujo. “Es cierto que hay pequeñas pinceladas en algunos personajes en los que nos hemos permitido marcar eso un poco más”. Más adelante nos explicará en cuáles, aunque seguro que ya se imaginan alguno que otro.

Elena de Lorenzo asegura que en el caso de La embajada los colores han sido y son muy importantes para unir vestuario, decorado y exteriores. Y utilizan muchos verdes, colores crema, los marrones, maquillaje… “Todo esto fue un cóctel para ponernos a trabajar. Queríamos que fuera un vestuario muy estético y apetecible, sin llamar demasiado la atención cuando no tuviera que hacerlo, pero que en las muchas recepciones o fiestas sí debía ser elegante, sobrio y muy especial”, explicó.

Según la diseñadora de vestuario, en muchas ocasiones el tema de vestir fiestas es peligroso porque uno piensa en brillos y colores fuertes, pero resulta mucho más interesante y complicado hacer de forma austera. “En una embajada todo es muy diplomático, hasta el vestuario donde todo sigue un código y eso era muy importante”, aseguró.

Expertos en protocolo

Para comenzar a diseñar el vestuario Elena preguntó a expertos en protocolo que le explicaron qué tipo de normas seguir, así como la investigación que hizo por su cuenta con trabajadores de embajadas. “Y aunque no tienes que seguir ese código, porque evidentemente para una serie se sube un grado la estética, porque en algunas embajadas se permiten vestir de forma algo más relajada… Pero estamos ante el espectador que quiere ver gente guapa, elegante…Y a veces por eso jugamos desde el estereotipo”.

El espectador que quiere ver gente guapa, elegante

En el análisis del vestuario de La Embajada encontramos dos mundos claros y bien definidos: “La rigidez y sobriedad dentro de La embajada y fuera está Tailandia”. La formalidad de las oficinas de la embajada y los colores de las calles de Bangkok con sus turistas, los locales, etc.

Dentro de la embajada los colores son más fríos y oscuros (negros, azul marino, el blanco de las camisas mezclado con las corbatas). “Hay una gama de color mucho más baja y fuera nos permitimos colores claros y es muy acorde con la serie: luz y oscuridad. Ni todos los personajes oscuros son tan oscuros ni los claros tan claros. Está muy bien en ese sentido, según íbamos trabajando salían nuevas ideas y propuestas”.

¿Han sido El ala oeste de la Casa Blanca, The Good Wife o House of Cards referencia para este vestuario? “Todas estas eran referencia porque estéticamente funcionan muy bien y porque además hablamos de un código universal porque los políticos y diplomáticos de cualquier parte del mundo van igual vestidos”.

Dolores Promesas, Intropia, Pedro del Hierro y Adolfo Dominguez son algunas de las firmas

Como suele ocurrir en los vestuarios de series contemporáneas, en La Embajada han trabajado con cesiones de firmas y marcas para vestir a sus personajes. Aunque cuenta Elena que en los primeros episodios hay prendas confeccionadas por sus sastras porque cuando empezaron a grabar en pleno invierno no encontraban ese vestuario vaporoso y veraniego que buscaban sobre todo para el personaje de Claudia (Belén Rueda).

“Una vez que encontramos ese look que nos funcionaba ya fuimos localizando cositas de las colecciones de verano que se presentaban y hemos contado con marcas que nos han ayudado y nos ayudan. Entre las españolas, Dolores Promesas, Intropia, Pedro del Hierro y Adolfo Dominguez a las que agradecemos mucho su ayuda. Firmas internacionales como BCBG, La Perla, Karen Millen nos ayudan en el rodaje habitualmente y tenemos algo también de Calvin Klein y Hugo Boss. También contamos con la firma de joyería Coolook para dar un toque muy especial a los looks de Belén”.

Análisis de personajes

“Cada una aporta algo diferente. Son mujeres muy diferentes como los son sus vestuarios”. Elena de Lorenzo opina que todos los actores de la serie se mueven muy bien dentro de sus vestuarios. “Es muy importante que la actriz no se sienta disfrazada, de alguna manera todas ellas tienen algo de esa fuerza de su personaje”, explica.

Belén Rueda es Claudia, la mujer del embajador. “Imaginamos para ella un estilo muy especial, elegante y sofisticado pero muy natural, nada estricto ni marcado”, explica.

Úrsula Corberó es Ester, hija de los embajadores. “Es más naif, joven y con frescura, una chica que acaba de terminar la carrera, que ha viajado y es su comenzar casi con la vida, con aventuras y disfrutando de todo. Su look es el de una chica de hoy en día, como un poco Lolita”.

Amaia Salamanca es Fátima, esposa del ministro consejero. “Es un personaje fascinante, como una femme fatale, está más contenida, pero sabes que siempre tiene algo en la recámara, es enigmática”.

Melanie Olivares es Patricia, la agregada comercial de la embajada. “Es un personaje que me gusta mucho porque es la mujer dentro del mundo de hombres. Viste con sus trajes de chaqueta perfectos pero hemos querido darle feminidad con pantalones más pitillos al tobillo con tacones”.

Megan Montaner es Sara, la secretaria social de la embajada. “Es sexy, la exuberancia con eso de trabajo y voy sencilla y mona, pero dejo poco a la imaginación. Muy seductora”.