El hombre que está detrás de Eurovisión desde hace 15 años
Muchos nombres han intentado ganar Eurovisión ganando España. Muchos nombres se han subido a los escenarios repartidos por toda España. Pero hay un nombre que se mantiene. Un nombre que controla desde el backstage y desde los despachos. Un nombre que decido cómo será la candidatura que mande TVE a Eurovisión. Desde hace 15 años, Federico Llano es el jefe de la delegación española.
Es el que decide si habrá una preselección de cantantes nóveles o a Eurovisión irá un artista con una carrera consolidada. Cada año, TVE toma una decisión teniendo en cuenta las candidaturas que llegan a su mesa. Y detrás de esta decisión está el propio Llano.
Se estrenó con Rosa López en 2002, después de que la cantante ganase la primera edición de Operación triunfo. Desde entonces ha acompañado a cantantes como Beth, Soraya, Ruth Lorenzo, Daniel Diges, Pastora Soler e incluso a Rodolfo Chikilicuatre. Los dos únicos primeros puestos de España en este Festival en 1968 y 1969 han hecho que las críticas azotasen al papel de nuestro país en Eurovisión. Hablamos con Federico Llano, que hace un repaso de nuestra actual representante y responde a las críticas.
¿Tenemos posibilidades este año?
Tenemos posibilidades todos. Barei es una gran artista y Say Yay! es una gran canción. Se ha trabajado mucho en la puesta en escena. Barei junto a Universal han elegido unos directores artísticos de un estudio italiano, de Milán. De forma conjunta se ha desarrollado un proyecto que ahora tenemos que poner en pie junto a la televisión sueca. El concepto está ahí. La madre del concepto es nuestra querida Barei.
Este año se os ve muy ilusionados en TVE. ¿Qué tiene Barei de especial respecto a otros representantes?
Barei tiene lo que tienen otros muchos artistas que han venido con nosotros pero, especialmente, esa energía, esas ganas de triunfar, ganas de hacerlo muy bien. Tiene un concepto muy creativo. Tiene una propuesta muy eurovisiva. Muchas veces utilizamos esta etiqueta de forma negativa o de forma antigua. El público que más sigue Eurovision con un pico muy grande en la gente más joven sí entiende lo que es hoy Eurovision y no tienen el precedente de lo que era hace 10, 20 o 30 años.
Eurovision no es lo mismo cuando nació que en los años 60 o en los años 70. Ahora es muy diferente y lo veremos este año. A mí me gusta decir que tenemos una propuesta muy eurovisiva este año en el mejor de los sentidos.
¿Cuántos años llevas ya al frente de Eurovision y cómo resumirías esta etapa?
Empecé en el año 2002 con Rosa. Llevo 15 años. Ha sido muy interesante profesionalmente, tanto por el trabajo con las industrias y los artistas como con los compositores. Muy interesante por la relación con TVE y, sobre todo, por el trabajo conjunto con las demás televisiones de la UER. Tenemos que poner en pie cada año este proyecto tan importante. Yo he estado seis años en comité de referencia y ahora llevo otros seis en el comité de televisión, de vicepresidente.
Es un trabajo trabajo muy interesante. Poner de acuerdo a 42 países, a tantos socios en una coproducción, es complicado. Llevo haciendo coproducciones desde hace muchos años con dos o tres socios y es complicado. El reto de poner de acuerdo a 42 es complicado. Lo vamos consiguiendo y ahí está el éxito del programa.
A veces se gana y a veces se pierde. ¿Las críticas son muy duras con una mala posición?
Las críticas son razonables y son justas. Además, la gente tiene todo el derecho del mundo a analizarlo y a criticarlo. Si no existiera la crítica y los comentarios no habría programa. Es verdad que ahora las redes sociales, muchas veces anónimas, le afecta mucho a los artistas en su sensibilidad. Todos los artistas son personas muy creativas y muy sensibles. Es verdad que están acostumbrados a tratar con el público pero algunas veces se sufre.
Lo que sí digo es que este camino ha sido un gran desarrollo y ha sido todo muy bonito. Ojalá quedemos bien este año con este proyecto, un gran show, y sirva y anime a otros artistas importantes, consagrados o a nuevos talentos a apostar por formar parte de Eurovisión. Es una promoción y una experiencia inolvidable.
Hay gente que piensa que España no sería capaz de organizar un Festival. ¿Seríamos capaces?
Perfectamente. Nuestro país ha preparado cosas más grandes y el presupuesto no tiene que ser un problema. Televisiones más pequeñas lo han hecho. El presupuesto no es el de los Juegos Olímpicos, es elevado pero las vías de financiación es importante. Juntando todas las vías de ingresos el presupuesto no es tan elevado. Llega dinero de todas las televisiones europeas, llegaría dinero de marketing, de merchandising, entradas, productos musicales. Hay muchos ingresos como participaciones locales, entidades, turismo como está pasando en Suecia.
Se comenta en muchas ocasiones que es que España no quiere ganar…
No, por mi experiencia nunca, ninguna televisión participante se imagina lo que es organizar hasta que ganan. En el momento que ganan ven la repercusión popular y mediática que nos pone en la cresta de la ola y nos hace encontrar esas fuentes de financiación y de organización.
Este año hemos visto una gira mucho mayor de Barei por Europa que, por ejemplo, la del año pasado de Edurne. ¿Ha estado todo organizado por su discográfica?
Siempre hacemos una colaboración muy estrecha con las discográficas. Tenemos muy buena relación con las discográficas aunque no hace falta tener. Si tienes detrás una major como el año pasado tuvimos Sony y años anteriores Warner o Roster es muy ventajoso el estableces esta colaboración con ellos. Lo nuestro es la televisión y lo de ellos es la música.
En la promoción internacional, lo que no son invitaciones de televisiones para participar en programas, tenemos este reparto de cosas y es la discográfica la que decide en función de su calendario y su disponibilidad o estrategias. Aceptamos la televisión de Ucrania y fue un éxito. Hace dos años o tres no había tantas oportunidades de promoción y ahora han salido como setas. Nos viene muy bien porque nos ayuda a hacer el puente de la selección a Eurovisión.
¿Os fiáis de las encuestas?
Son un dato como la previsión meteorológica. Las apuestas son previas y muchos de ellos no conocen el Festival. Sí que nos fiamos de las apuestas de los fans en el centro de prensa. Sobre todo por que, además de conocer el festival y a los artistas ya les han visto encima del escenario. Muchas veces eso cambia mucho en todos los sentidos, de ver un videoclip a ver a un artista defendiendo con pasión transmitiendo su mensaje. Las apuestas son un dato más pero no es definitivo.
¿Por qué no estamos en Eurovision Junior?
Es un proyecto que siempre está ahí. La UER está peleando para que vuelva a ser lo que fue. Nosotros lo estudiamos cada año. Hay unos problemas de programación y planificación por la hora a la que se emite. Eurovision Junior cuando comenzó era Eurovision. Tenía menos repercusión mediática porque son niños pero estaba Reino Unido, Francia… Ahora es una cuestión de tráfico. Si llegamos un día al acuerdo y nos juntamos todos podremos sentir que es un Eurovisión. Son varios los aspectos que se suman y al final habrá una decisión cada año.
A vosotros, como TVE, también os llegan muchas críticas. ¿Os afectan?
Muchas críticas a TVE o personales son también justas o razonables. Uno no siempre acierta y consigue sacarlo como quiere. Otras veces no se entiende. Como pasa con los artistas, a veces duelen esos comentarios anónimos. Pero es que la crítica es necesaria.