'Plano a Plano': cómo ser una productora de referencia en dos años
Aunque se fundó hace seis años, Plano a Plano estrenó su primera serie de televisión en 2014. Fue El Príncipe su primer proyecto de ficción en España. De la noche a la mañana, estos guionistas que al principio se vendieron como los artífices de El Comisario se convirtieron en una de las productoras mejor valoradas del mercado.
Ahora, a penas dos años después de aquel estreno, es la única productora que tiene un proyecto en cada uno de los grandes grupos de comunicación. Este martes termina la primera temporada de El Caso en TVE, trabajan en la tercera temporada de Allí abajo en Antena 3, el próximo otoño estrenarán La Verdad en Telecinco y han conseguido colarle un proyecto de ficción a Movistar.
Fundada por César Benítez y Aitor Gabilondo, dos mentes que se han curtido en el mundo del guión, Plano a Plano se ha convertido en una de las productoras de referencia. Justo cuando termina un intenso año de trabajo para ellos, hablamos con Gabilondo, la mitad de esta naranja, para que nos hable de los proyectos de la productora y de cómo ve el mundo del creador de ficción en España.
En aproximadamente dos años de vuestra primera serie ya sois productora de referencia…
Es un equilibrio complicado, pero estamos muy contentos. Tenemos La Verdad en Telecinco, que está quedando muy chula. Calculo que se emitirá en otoño. Estamos preparando la tercera temporada de Allí abajo, que estamos muy contentos. Tenemos El Caso, todavía pendientes de la renovación o no. Y tenemos nuevos proyectos en todas las cadenas.
¿Qué es más fácil, crea series como ‘La Verdad’ con principio y final, o series de largo recorrido?
Lo ideal es una serie como La Verdad porque es algo que tienes controlado. Siempre algo cambia, pero más o menos lo tienes. En algo que no sabes cuándo va acabar vas avanzando. Creas la primera temporada y después vas midiendo lo que puedes hacer y lo que no. Para nosotros, hacer una tercera temporada de Allí abajo es un súper éxito. Nació a rebujo de Ocho apellidos vascos y al final se le ha podido dar la vuelta.
¿Ya vuela sola?
Exactamente. Creo que todavía es pronto, pero dentro de unos años se hablará del elenco de Allí abajo. Igual que hablamos de elencos como el de Aída o el de Aquí no hay quien viva. Es un elenco fantástico.
¿Qué resumen haces de la segunda temporada de ‘Allí abajo’?
Las segundas temporadas siempre son difíciles porque trabajas con mucho menos tiempo. Siempre es más complicado y eso se nota. En todas las segundas temporadas de todas las series se nota un poco. Luego, se ha asentado. Todos salen más guapos, tienen una mayor densidad y tienen más aplomo. Los guionistas y los actores conocen más a los personajes. Ha sido una temporada en la que confirmar la serie.
Ahora el reto es la tercera temporada. Realmente, vamos a arriesgar. Vamos a intentarlo. Si nos sale bien la tercera iremos a una cuarta y, sino, nos quedaremos en una tercera. Para soñar con una cuarta tienes que arriesgar un poco. Nos tenemos que tirar a la piscina, pero vamos bastante seguros con un equipo que ya trabaja como un engranaje.
¿Qué os apetece explotar en esa tercera temporada?
A los demás personajes. Tanto en la primera temporada como en la segunda ha girado todo en torno a la pareja. Pero, para nosotros, los mejores momentos de esta segunda temporada han sido los más corales, en los que interviene más la cuadrilla y las vecinas. Queremos abrir y queremos introducir algún nuevo personaje y ver cómo encaja. Queremos potenciar más la comedia.
Viajáis a EEUU con ‘El Príncipe’. ¿Os apetece explorar ese campo de la coproducción internacional?
Sí, estamos en ello. Tenemos proyectos con esa vocación internacional pero son más lentos de producir. Tenemos otros que van más rápido porque ya nos conocemos la carretera y los internacionales van más despacio y vamos poco a poco. Llegamos donde llegamos. Tenemos vocación pero no ansiedad.
Habéis hecho comedia, thriller, series centradas en el franquismo… ¿Qué os falta?
La verdad es que nos apetece seguir nuestro instinto. Seguimos viviendo y viendo cosas. No nos queremos aburrir y hacer siempre lo mismo. Nos gusta arriesgar y nos gusta hacer lo que nos pone en cada momento. Después, todo hay que venderlo. No es fácil abrir territorios nuevos. A nosotros nos encantaría hacer una serie de aventuras, pero hacerla bien y no en un cuarto. Para eso hace falta un presupuesto. Por eso siempre hay que plantearse series que, por lo que te van a dar, va a quedar bien. A veces te planteas cosas que son inviables y eso se te vuelve en contra.
¿Es verdad que está naciendo en España esa moda del showrunner?
Sí, yo creo que sí. A lo mejor me meto en un jardín, pero esto es un negocio. Es lo primero que hay que saber. Además, es un negocio muy caro donde la gente mete mucho dinero y buscan beneficios. Entonces, todo lo que sirva para vender, es bienvenido. Si un actor vende, se potencia. Si un showrunner vende, se potencia. Todo es la pescadilla que se muerde la cola. Si lo potencio, vende y si vende, lo potencio. No hay que perder la perspectiva. Esto es un trabajo de equipo. Ni los showrunners conocidos son los mejores guionistas del mundo ni los desconocidos son malos. Igual pasa con los actores.
¿Hubieses elegido otro final de ‘El Príncipe’ para emitir?
Siempre defenderé lo que he hecho. Las series de ficción son para soñar. Es sólo una serie de televisión y no es para tanto. De alguna manera tenía que acabar. No podía acabar de una forma ñoña, pero luego nos cayó la del pulpo. Dentro de unos meses será historia y miramos para el futuro.
¿Qué ha pasado con ‘El Caso’ para que no haya terminado de funcionar?
Creo que TVE no está pasando por su mejor momento de su historia en cuanto a audiencia. Sabíamos que ese era el escenario y el campo en el que jugábamos. De todas maneras, creo que es una serie policiaca y eso reducía las posibilidades. Pero la gente que la ve es fiel y que si le dan la oportunidad de seguir se puede ir asentando. No está construida para ser un pelotazo de audiencia. Si hubiésemos querido hacer eso hubiésemos ido por otros derroteros. Nos gustaría que renovara para ver si en una segunda temporada se puede asentar, pero siempre sin perder la perspectiva.
¿Se trabaja mejor con una serie propia que con una serie de encargo?
Sí, pero cuando te lo dicen… Nosotros nunca paramos de pensar historias y cuando nos pusieron esta sobre la mesa pensamos que estaba muy bien.
También era la primera serie que hacíais con TVE y os permitía entrar en un nuevo mercado…
También. Entrábamos en la televisión pública y nosotros teníamos mucha conciencia con eso. Necesitamos una televisión pública potente, con poder. Esta es nuestra tele, la que pagamos todos. Y no queríamos decepcionar. Esta serie gustará o no gustará, pero no es un aeropuerto sin estrenar. El dinero público se ha invertido.
Morir de éxito es cuando te ponen dos series de una productora a competir entre sí…
Exactamente, es lo que toca.
Ahora tenéis un proyecto con Movistar. ¿Trabajar con una televisión de pago cambia tanto que trabajar con una televisión en abierto?
El pago en España no existe. Me refiero en ficción. La televisión de pago en España y la ficción premium es el siguiente paso para las productoras españolas, pero la estamos tanteando. Tenemos que encontrar nuestra manera de hacerla. Lo que se plantea Netflix o Movistar es hacer series de televisión españolas para gente que normalmente no ve series de televisión españolas. Eso es un desafío y un reto. A mí me encanta el reto. Estamos encontrando el tono y lo que se puede hacer para que el público quiera pagar ocho euros o lo que sea para ver series de ficción españolas. Para fútbol ya sabemos que hay mucha gente, pero para series de ficción más allá de Juego de tronos no tanta. Es un reto muy apasionante.
¿Y no os apetece entrar en Netflix?
Nos apetece todo. Somos muchas productoras y muy pocas cadenas. Hay muchas ventanas pero pocas ventanillas. La mitad son de una ventana y la otra mitad de otra. Cuantas más cadenas haya, mejor. Más aprenderemos, más ganaremos y más nos divertiremos. Pero no hay que perder de vista que esto no es EEUU y que esto es un país pequeño.
¿Ha existido esa llamada de Netflix a vosotros o de vosotros a Netflix?
Nosotros, por suerte, en estos momentos no tenemos que llamar. Sí, se han puesto en contacto con nosotros porque nos va bien. Pero vamos a ver…