Mariano Rajoy ya ha hecho la parte difícil de su campaña electoral que era enfrentarse al resto de candidatos en un cara a cara televisado. A partir de ese momento, el presidente del Gobierno en funciones ha preferido elegir entrevistas mucho más calmadas, menos beligerantes o severas y más cómodas a la hora de responder. Por eso Rajoy aceptó ser entrevistado este miércoles por El cascabel de 13tv.

Con ellos mantuvo una extensa conversación de casi 50 minutos mientras viajaba en AVE de Madrid a Zaragoza. Una conversación, más que una entrevista, en la que Rajoy no tuvo ningún confllicto o momento incómodo. Un encuentro periodístico bien diferente al que David Cameron se ha tenido que enfrentar esta semana en Channel 4 ante las preguntas del periodista Jon Snow (y no es el de Juego de tronos).

Lo que podría haber sido un intenso enfrentamiento dialéctico entre Antonio Jiménez y Rajoy al ser la primera entrevista tras el debate a cuatro se convirtió más en un spot electoral o en un encuentro digno de Bertín Osborne. Dos personas en un tren y dos sonrisas en este cara a cara. Dos ganadores. Unos estaban consiguiendo la entrevista del presidente y otro estaba dando un discurso sin apenas trabas. 

Una posición bastante diferente a la que Snow tuvo con Cameron. Tres segundos tardó el periodista en interrumpir al Primer Ministro inglés cuando se dio cuenta de que el político se iba por las ramas ante su pregunta. El periodista no tardó en cortar al entrevistado para obligarle a contestar a lo que estaba preguntando, sin darle tiempo para respirar o para pensarse demasiado sus preguntas. 

Rajoy, mientras, seguía sentado en el AVE. Bastante más repanchingado y bastante más cómodo que su homónimo inglés. El presidente en funciones pudo contestar a las preguntas de Jiménez durante varios minutos de respuesta sin interrupciones. El presentador de El cascabel pedía permiso (y poco perdón) en numerosas ocasiones para realizar sus preguntas al candidato del PP. 

En una estrategia un tanto desigual por parte de 13tv, Rajoy es el único que ha concedido una entrevista a la cadena antes de las elecciones generales en pleno acto de campaña. No es la primera vez que un miembro del PP demuestra la afinidad que la cadena tiene con este partido político. 

Mientras Cameron se tambaleaba ante las acusaciones que recibía por parte del periodista, la única pregunta que Rajoy tenía que contestar sobre corrupción es la casualidad de que los casos que han azotado al PP han salido a la luz en momentos políticos especiales, poniendo a los medios como culpables y verdugos y a los políticos como las víctimas. 

El final de ambos encuentros es devastador. El agradecimiento del periodista inglés al primer ministro por concederle la entrevista dura apenas dos segundos. Entre bromas y risas, Jiménez y Rajoy hablan cual amigos tomando unas cañas durante varios minutos en el tramo final de la entrevista.