laSexta asesta su golpe definitivo a la competencia para cubrir elecciones
Aunque nadie pone la mano en el fuego por unas posibles terceras elecciones, este 26J podría ser el fin de una larga jornada electoral que dura desde 2014, cuando se convocaron elecciones europeas y comenzó una carrera hacia La Moncloa. Han sido numerosos ejercicios de entrenamiento para las televisiones para conseguir hacer lo que este domingo han hecho. Y unos lo han aprovechado mejor que otros.
Y no hay duda de que laSexta ha sido la que mejor ha entrenado durante todo este tiempo. La cadena ha demostrado durante estos dos últimos años que la política en horario estelar interesa y puede llegar a triunfar por encima de cualquier programa de entretenimiento. Es más, demostraron que la política puede ser entretenida.
Por eso laSexta iba con ventaja en esta noche electoral. Mientras el resto de ofertas han intentado ir copiando algunos de los conceptos que han hecho de la cadena marca política, la de Atresmedia ya había practicado tanto que el 26J sólo era una noche más en la que todo debía salir rodado.
Aunque su programa especial empezaba a la misma hora que el de otras cadenas como Antena 3, La 1 o 13tv, laSexta ha sido la cadena que más ha apostado por este momento histórico a nivel de imagen y de contenido. La cadena verde impresionaba al espectador con un espectacular plató desde donde Ana Pastor capitaneaba las opiniones políticas. Al mismo tiempo, Antonio García Ferreras estimulaba el debate de voces analistas en el plató de Al rojo vivo.
Como viene siendo habitual en el resto de encuentros políticos de laSexta con los espectadores, la cadena mantuvo el nervio de la noche en todo momento, conectando con cada punto importante de la calle, desde las plazas y desde las sedes de cada partido. El ya famoso pactómetro o las conexiones multipantalla que han hecho de laSexta una cadena de marca han ido siendo copiadas por la competencia pero sin la misma efectividad.
Frente a frente estaba TVE, el grupo que siempre había sido referente en este tipo de noches. La pública había perdido la conexión con el público en los últimos comicios y la audiencia les había dicho que ese no era el camino. Aunque TVE ha aprendido de sus errores, no logra mantener al público en vilo y crear expectación con su programación política.
Aunque TVE ha mejorado notablemente desde su cobertura de las elecciones europeas y municipales, dejando las opiniones radicales a un lado y mejorando sus gráficas, la pública pierde el pulso con la actualidad cuando, en el momento de dar los primeros resultados del escrutinio desconecta y da paso a un informativo que hace más caso a lo que pasa fuera de España a lo que pasa dentro.
Jugar también es informar, aunque TVE mucho miedo a hacerlo
TVE no juega ni entretiene y toma el papel básico de una televisión pública. Sin embargo, jugar también es informar, aunque la pública tenga mucho miedo a hacerlo. No informa con técnicas atractivas como las televisiones privadas y se limita a dar opiniones desde las sedes de los partidos, aportando poco contenido propio y dejando numerosas ventanas abiertas para que el público se escape a la competencia.
Antena 3, la cadena hermana de laSexta, se convierte en estas noches electorales en la hermana pequeña y pasa a tener un papel secundario en el grupo de Atresmedia. Con solo echar un vistazo a la oferta de ambas cadena se ve claramente que el grupo de San Sebastián de los Reyes ha asumido que hay que apostar por laSexta y dejar a Antena 3 como un mero informador que apoyará al contenido de su cadena hermana para lograr el titular vencedor conjunto.
La cadena hizo un buen tándem informativo con Susanna Griso y Vicente Vallés, dos periodistas que han protagonizado muchos momentos en esta campaña electoral. Sin embargo, la cadena no aportó ningún elemento innovador a pesar de su correcta estética y se fijó en su compañera de Atresmedia a la hora de atraer al espectador con pactos y estrategias de partido.
Cuatro fue la cadena con peor cobertura en esta noche electoral. La cadena ofreció una simple tertulia más parecida a la que vemos cada mañana en Las mañanas de Cuatro que a un especial. No innovaron en el plató ni en la forma de ofrecer contenido a los espectadores, quedándose muy atrás de la competencia.
Los gráficos era muy pobres, poco atractivos y nada concluyentes. Cuatro fue la única cadena que no ofreció el sondeo de RTVE y FORTA, quedándose muy atrás en términos informativos. Sin embargo, la cadena ofreció los resultados sin citar a la fuente original. Más o menos el mismo error que cometió cuando Javier Ruiz se sacó de la manga su propio pactómetro, marca de Ferreras, y comenzó a jugar con los pactos intentando hacer sombra a laSexta sin éxito.
La de Mediaset España se vio superada incluso por una cadena de menor presupuesto como 13tv. La cadena de la Conferencia Episcopal ofreció un debate que se alejó en las primeras horas de las opiniones para dar paso a la información de datos pura y dura. La cadena ofreció en su especial electoral un profundo análisis de los datos por comunidades, con análisis bastante atractivos para el espectador. Concedió información y dejó las tertulias en un segundo plano.
Muy tarde llegaba Telecinco. La grande de Mediaset España, líder en informativos desde hace meses, prefería dar prioridad a la Eurocopa y dejar el análisis electoral para las 23:00 horas de la noche, cuando el escrutinio ya estaba muy avanzado (93%).
Al frente, Pedro Piqueras y Carme Chaparro apostaban por el plató de Informativos Telecinco y apenas apostaba por un contenido muy atractivo en cuanto a gráficos, ofreciendo al espectador los mismos que hasta hace unos minutos se estaban viendo en Cuatro. La cadena hacía un repaso rápido y a toda mecha a las distintas sedes de los partidos para intentar coger al resto de cadenas. Pero ya era demasiado tarde.