Que alguien vete a Willy Toledo. Pero de verdad
Ayer se me atragantó la cena. Plácidamente estaba uno viendo a Terelu y sus juanetes correr en una cinta estática cuando, de pronto, Willy Toledo acaparó toda la atención de Telecinco y de las redes sociales. Sus palabras no pasaron desapercibidas. Y la cena me sentó mal.
No es que Willy Toledo no sea plato de mi devoción. Recuerdo con mucho cariño aquel niño melón de El otro lado de la cama. Pero es que Willy me ha dejado de hacer bastante gracia. El que fuese uno de los protagonistas de 7 vidas se ha convertido en una parodia de sí mismo y su discurso, con el que uno puede o no estar de acuerdo, ahora sólo es ruido.
Willy fue a Hable con ellas a llorar. Ninguna televisión le quiere. Y a ninguna televisión le falta razón. El actor pisó el plató subidito, como ya viene siendo habitual, y despotricando del nivel intelectual que tiene el espectador medio de Hable con ellas desde las redes sociales. Lo hacía unos minutos antes de sentarse entre ellas.
Él, que se llena la boca hablando de la poca democracia que existe en este país y que habla de un referéndum vinculante en Cataluña para dejar las decisiones en manos del pueblo. Él, que habla de la poca cultura que existe en la televisión. Parece poco dispuesto a que el pueblo elija lo que quiere ver en televisión.
Se atrevió a levantar la mano contra Mediaset y Atresmedia con mucha soberbia. Aseguró que los dos grandes grupos de comunicación han prohibido su presencia en cualquier proyecto de cine y televisión. Ayer, sin embargo, se volvía a sentar por enésima vez en un plató de Telecinco para despotricar contra diestro y siniestro.
"Este programa no educa a nadie en nada positivo. Este debate, sí. Lo que he visto antes de entrar aquí, no hace reflexionar al ser humano", dijo sobre la anterior intervención de Terelu Campos en el programa. Que alguien como Willy Toledo sólo diga "caca, culo, pedo, pis" en un programa de televisión, al parecer, sí educa. Tal vez es que el actor nunca ha entendido que la televisión, como el cine, también sirve para entretener. Porque a mí educar, lo que se dice educar, no lo hizo mucho El otro lado de la cama.
"Aquí me siento un marciano", dijo sobre su presencia entre las presentadoras. Después aceptó quedarse en un debate sobre la Iglesia. Toledo miraba a todos con cara de frikis. Él está en un estatus superior. Pero le estaba dando la luz de los focos, que es lo importante.
Pero él se sigue creyendo el mejor actor de este país, el que más proyectos debería tener sobre la mesa. Tal vez le hayan dado a Coronado los papeles que deberían haber ido para él. Mientras tanto, Mediaset le sigue usando como bufón, generador de polémicas que nunca vienen mal en términos de audiencia. Se paseó por Viajando con Chester y Un tiempo nuevo. Y es que los focos son droga para algunos.
Pero lo que de verdad da rabia es que ayer se hablase más de Willy Toledo que de Willy Wonka. Gene Wilder cerró su fábrica para hacer chocolate y hacer realidad sueños.