Pablo Motos: "El PP debería dejar de tener a Rajoy escondido"
Tras lograr cosechar la mejor audiencia de su historia y batir récords durante el transcurso de su décima temporada, El hormiguero vuelve el próximo martes, 6 de septiembre, de nuevo con Pablo Motos como maestro de ceremonias.
Una media de 2.887.000 espectadores convirtieron al espacio producido por 7yAcción y emitido por Antena 3 en líder absoluto de su franja, coronándolo como el rey del "minuto de oro", algo aún impensable para el presentador del formato que ha logrado ser exportado a más de una decena de países.
"Cuando haces un programa de televisión lo que deseas es que no te echen antes de 4 semanas o que aguantes 2 o 3 emisiones en antena. De eso a cumplir 1.500 programas... Sin duda, esto supera los sueños más salvajes que yo haya tenido en la vida en cuanto a televisión", confiesa.
Durante la presentación de la nueva etapa del programa, que contará con Penélope Cruz como madrina de excepción, el presentador ha querido hacer balance con BLUPER y da su punto de vista del rumbo que seguirá el espacio durante su undécima temporada.
El hormiguero ha logrado coronarse líder indiscutible del acess prime time y sigue batiendo marcas pese a llevar 11 etapas en antena. ¿Cuál es vuestra próxima meta?
No hacemos previsiones de futuro en cuanto a audiencias porque lo que queremos es disfrutar de cada segundo del programa e intentar hacerlo lo mejor posible, intentar hacerlo bien. Esta temporada vamos a tener la oportunidad de hacer cosas muy chulas. Vamos a traer un avión de pasajeros a la calle Alcalá, que es una locura, pero lo tenemos en el primer programa de la temporada con Penélope Cruz.
Después de tantos años, Penélope se resistía a ser una de las invitadas del programa hasta esta temporada. ¿Qué otras celebridades se os resisten?
Me encantaría volver a contar en el programa con Jennifer Aniston, pero porque estoy enamorado de ella
Prácticamente todos los invitados que hemos tenido alguna vez en mente y que nos apetecía traer, ya los hemos tenido. De hecho, algunos han repetido hasta varias veces. Vamos a hacer tener por tercera vez en el programa a Tom Hanks y hemos invitado varias veces a Will Smith, del que soy amigo y admirador. Si hiciéramos un repaso, me encantaría volver a contar en el programa con Jennifer Aniston, pero porque estoy enamorado de ella.
Varios de los invitados internacionales de El hormiguero no lograron encontrarse totalmente a gusto o en sintonía con el programa. Sin embargo, Will Smith admite que prefiere venir a divertirse al programa de Pablo Motos antes que acudir al late show de Jimmy Fallon...
Es un regalo. Es un piropo del que problablemente sea el artista más completo del mundo. Es muy chulo y bonito. Me alegró el verano. Salía de bucear cuando recibí sus palabras, medio empanado, y me llevé un alegrón de miedo.
El hormiguero ha pasado por distintas etapas desde su concepción. De hecho, durante esta última temporada, el programa ha adquirido un matiz más político y no son pocos los candidatos al Congreso que han pasado por el programa. ¿Eran estos los invitados que el espacio tenía en mente desde un principio?
El programa es elástico. Es por ello que cualquiera de los temas tratados en la calle por los espectadores pueden ser nuestros protagonistas. Si hay elecciones, por supuesto que quiero estar en el mundo de las elecciones y el corte del programa va a tener ese tinte político. Si sucediera cualquier otra cosa en la calle que fuese interesante, el programa iría por allí. Es un programa vivo que no tiene reglas.
La adaptación mexicana de El hormiguero consiguió un reto que en España llevabais persiguiendo durante 10 temporadas: que un presidente del gobierno acudiera a divertirse al programa. Finalmente, lo conseguisteis. ¿Cómo fue la experiencia?
Mariano Rajoy en distancias cortas gana muchísimo
Fue una visita muy interesante. Mariano Rajoy en distancias cortas gana muchísimo. Creo que el Partido Popular debería cambiar su estrategia de tenerlo escondido por la contraria, que sería sacarlo muchísimo y que vaya a los medios de comunicación continuamente. No sé si el que no quiere ir es él o los que no le dejan son los que le hacen la estrategia de campaña, pero conmigo fue muy amable. Tuvimos un ratito para hablar de cosas que no tienen nada que ver con la política, cosas más íntimas y personales. Me pareció un buen tío. No hablo de que comulgue con su ideología política o de que apoye la situación en la que se encuentra España porque son incapaces de hacer su trabajo, ya que eso es algo bastante deprimente. Hablo de algo distinto. En el trato de tú a tú me cayó bien.