Pocos artistas se sientan ante la prensa con la actitud que Chenoa ha demostrado este martes. La cantante ha pisado suelo vitorano para presentar en el FesTVal la quinta edición de Tu cara me suena. Ella como jurado, junto con los concursantes, son la gran novedad del año. Sin pelos en la lengua, la cantante ha resumido cómo de intenso será este año en el que se le junta nuevo programa de televisión, nuevo disco (Soy humana) y el reencuentro de Operación triunfo.
"Estoy que me salgo. ¿Para qué voy a mentir? Cuando estás así tienes que decirlo. Cuando estás mal, pues también. Pero tienes que crear movimiento y ahora se me ha venido todo encima y estoy encantada. Tengo 15 años de mochila para gestionar esto y me siento muy feliz de que me tengan en cuenta", declara la cantante ante los meses que se le acercan por delante.
No ha tardado mucho en salir el tema de verano. Su reencuentro con David Bisbal es mucho más que un simple saludo ante las cámaras. Esta pareja es historia viva de España después de que viviesen su gran amor delante de las cámaras y de millones de personas. Por eso Escondidos se convirtió en todo un himno que el público quiere volver a escuchar 15 años después en este encuentro que prepara TVE.
"Soy un 50%. No puedo contestar por los demás", dice. "Es un tema que se cantó en una gala súper crucial. Todo el mundo preguntaba por Escondidos y no por MI música es tu voz. Por mi parte, evidentemente, no hay ningún problema en cantarla", reponde sin tener que pensarlo demasiado.
No tiene ningún miedo a hablar sobre los grandes momentos que se produjeron después de su ruptura, como su salida al portal de su casa, en chándal, narrando su gran drama. "Es una telenovela", dice riéndose de si misma. "Hablemos de verdad", avisa, preparando al personal para lo que está a punto de decir. "Mis amigas sólo me dicen si no tenía otro color de chándal. Cuando uno habla así es que tiene empatía y lo tiene superado. No voy a ir diciendo que esto viene fatal para mi carrera. Hay que saber manejarlo", contesta sin tapujos.
Este carácter es el mismo que demostró hace 15 años durante su estancia en la Academia y que se ganó tantos defensores como detractores. "El carácter lo que ha provocado es que nunca lo cambie. Y eso le gusta a la gente hasta cierto punto. Te caigo bien o mal pero sabes de qué voy. Me ha costado mucho. A veces me ha venido muy en contra. Me ha hecho daño". Y es que no todo ha sido un camino de rosas en estos años de carrera.
"A veces ves a personas diciendo que no se enteran de nada y se enteran de todo. Yo quiero de eso. Trabajo con mucha intensidad y es muy obvio. Lo he intentado y me puse mala. Peté por dentro. Implosionas. Implosioné", asegura.