-Hola. ¿Son ahí los fans de Gran Hermano que se enfadaron el pasado jueves cuando escucharon que la audiencia había decidido repescar a Raquel y no a Maite? Sí, sí, aquellos que decían que se había perdido una oportunidad única.
Venía a decirles que ya va siendo hora de que se traguen sus palabras. Sencillamente porque el reality de Telecinco ha pasado de llamarse Gran Hermano a Raquel, Suso y otros chicos del montón. ¿Maite qué?
¿Quiénes son los únicos que nos están regalando vídeos interesantes? ¿Quiénes han conseguido que la hasta ahora tranquilita Sofía tenga un ataque de celos y acuda al confesionario destrozada?
"Salen por la puerta, ahí tan enamoraditos. ¡Madre mía! Vomito del asco. La otra ofreciendo flores a cada uno de nosotros, pasteles... Pastelaco que te daba yo". Que vengan más horas sin cámaras, por favor. Estas sí que son Matrimoniadas y no las del innombrable.
Y, díganme (léase con acento canario), ¿quién ha conseguido que la insoportable de Marta-mirada-felina se sienta trabada y con ganas de abandonar la casa? Por no decir de ese gran momento en el que cruzó ni media palabra con Raquel en el apartamento.
¿De verdad que Maite nos hubiera dado tanto contenido más allá de sus ya repetitivos vídeos de Las papelas del camión o sus momentos escatológicos? Humor, quizá; pero historias, escasas.
Además, la entrada de Raquel ha convertido a Sofía en ganadora. Lo que han perdido los fans de Maite con su no repesca, lo ganan ahora con la más que posible victoria de su hija.
¡Por cierto! Esta noche hay expulsión. Está muy claro que Marina tiene que ser la expulsada. No volvamos a cometer errores. Ricky debe quedarse para alimentar los celos de Suso, Amanda para seguir llamando falsosa a Marta y Suso... Y Suso porque el programa lleva su nombre.