Fue la quinta concursante en abandonar la academia. Sin embargo, quince años después, su discografía es de las más abultadas y recordadas de los 16 concursantes que participaron en aquella primera edición de Operación triunfo.
Con 5 álbumes de estudio, 10 sencillos digitales y 22 singles promocionales a sus espaldas, Natalia Rodríguez fue una de las primeras cantantes de este país que entendió la importancia de la sobreexposición de un artista en televisión para impulsar su carrera ante la falta de programación meramente musical en la que poder promocionar sus temas.
"Presentar Megatrix me vino sin yo pedirlo, pero al paso del tiempo entendí que la televisión es un elemento de promoción fundamental para un artista. Nos llevamos un TP de Oro en Antena 3, una grandísima audiencia y eso repercute en ventas y en conciertos", confiesa a BLUPER, emocionada de poder celebrar este domingo, 16 de octubre, sus quince años de trayectoria musical reencontrándose con sus compañeros de Operación triunfo en una reunión emitida por La 1 en prime time.
Las negociaciones del reencuentro
"Llegar hasta el reencuentro de Operación triunfo ha sido fácil en tema de negociación", afirma Natalia al ser cuestionada por una de las grandes ausencias de esta reunión, Juan Camus, que ha relatado en varias ocasiones el trato "desigual" al resto de sus compañeros de concurso que ha estado recibiendo desde hace 15 años.
"A mí cuando me dijeron lo de la reunión estaba totalmente de acuerdo. Yo solo quería saber si íbamos a estar los 16, que era lo que más me preocupaba. Luego para el concierto cada uno ha negociado lo suyo de manera personal e independiente", confiesa la gaditana que cree firmemente que ninguno de sus compañeros ha aceptado ser parte de este reencuentro por sacar tajada o lucrarse de manera económica.
Soy la única de mis 14 compañeros de OT que va a hacer una coreografía en el concierto del reencuentro
"Ninguno hace OT: el reencuentro por motivos económicos. Lo hacemos por querer estar ahi todos juntos y vivirlo. Cada uno tiene su caché, pero creo que ninguno está mirando el dinero. A mí me han facilitado todo y he hecho las negociaciones que tenía que hacer. Lo voy a disfrutar y es lo que toca ahora", relata la cantante que sorprenderá a los asistentes del concierto celebrado en el Palau Sant Jordi el día 31 de octubre cantando dos temas en solitario.
"Creo que soy la única de mis compañeros que va a bailar en el escenario. Soy de las pocas artistas que en ha defendido en España el arte de cantar y bailar en un país donde no se valora. Intentaré que mi segmento del concierto tenga un aire más internacional. Voy a intentarlo por todos los medios", apostilla Natalia.
Un viaje sin el apoyo de una discográfica
Hasta hace unos años, no contar con el respaldo de una multinacional que produjera, promocionara y distribuyera el trabajo discográfico de un artista era uno de los mayores dramas de esta profesión en la que seguir interesando al público intentando no caer al ostracismo es una suerte con la que cuentan unos pocos
En este campo, Natalia ha demostrado ser toda una pionera y una superviviente. La cantante optó en el año 2010 por autoeditar su música, desterrando el equema tradicional de lanzar un álbum físico, y ofreciendo al público su trabajo en pequeñas dosis, presentando nueva música sencillo a sencillo en formato digital. Idea que no fue entendida del todo por la industria ni por sus fans.
No seguí con mi discográfica por decisión mía. No me daban lo que yo quería. Me cansé
"La gente pensaba que era una fracasada porque no sacaba un disco entero, pero económicamente sí que podía. Tengo un gran respaldo económico, he trabajado muchos años en televisión y me he podido permitir un disco pagado de mi bolsillo siempre", confiesa la cantante. "¿Qué se cree la gente? ¿Que los videoclips valen dos duros? Los vídeos que yo hago son superproducciones que autofinancio yo misma. Son vídeos bien hechos que no son moco de pavo", apostilla.
"Yo creo que soy una visionaria. He hecho lo que lleva haciendo mucha gente fuera de España durante años porque esa es la realidad y ese es el presente. No seguí con mi discográfica por decisión mía. No me daban lo que yo quería. Me cansé de cantar lo que ellos querían, de vestirme como ellos querían, de hacer los vídeoclips como ellos deseaban y con los productores que a ellos les apetecía", afirma Natalia, enumerando casos en los que este modelo de autoedición se han saldado con éxito.
Su modelo de negocio
Además de cantar y coreografiar sus temas, Natalia también es parte de la autoría de gran parte de su discografía. Esto, además de la satisfacción personal que produce a la cantante el poder interpretar frente al público sus propias composiciones, ha reportado ingresos a la gaditana que le han servido para establecer su propio modelo de negocio.
"Ser autora de todos mis temas deja. A día de hoy, cuando compongo una canción es 100% mía. Eso es lo bueno de ser independiente. Cada televisión que hagas o vez que suenes en radio es todo para mí", revela la cantante pese a afirmar que no podría vivir, hoy en día, de las rentas que producen sus composiciones.
Soy ahorradora. El mañana se acerca y no voy a estar bailando con medio culo fuera toda la vida
"Yo tengo que seguir componiendo y seguir haciendo mis conciertos y seguir haciendo televisión. Yo tengo mis ahorros y con eso puedo vivir, pero hay que trabajar para seguir ahorrando. Soy una chica ahorradora y nada caprichosa y no me permito grandes lujos", confiesa. "El mañana se acerca y no voy a estar bailando con medio culo fuera toda mi vida", relata mientras recuerda su época como conductora de un programa infantil durante la franja matinal de Antena 3.
"Ser cantante, transmitir una imagen tan sexy y presentar un programa de niños era complicado porque yo cantaba para un público pero presentaba para otro. Eso no fue fácil de llevar. Yo presentaba Megatrix en bikini porque lo que intentaba potenciar Antena 3 era el rollo lolita. Lo querían hacer y yo creo que fue un acierto en aquella época", declara Natalia, que afirma tener aún sueños por cumplir en esta profesión pese a llevar más de 15 años vinculada a los escenarios.
"Sería muy falsa si no dijera que me hubiera encantado irme a América Latina, como David Bisbal, que ha tenido una proyección internacional. Ese es el sueño de cualquier artista. Es quizá lo único que puedo envidiar. de mis compañeros de OT. A nivel de España también sé que no puedo llenar un Palau Sant Jordi sola, pero aunque no llene estadios siento que tengo el respaldo del público", concluye.