Las otras veces que Cuatro flirteó con el mundo del corazón

Las otras veces que Cuatro flirteó con el mundo del corazón

Televisión

Las otras veces que Cuatro flirteó con el mundo del corazón

19 octubre, 2016 13:00

Cuatro volvió a estrenar Hazte un selfi este lunes. Aunque se trata del mismo programa, al menos por el nombre, y no haya habido días de descanso, el espacio que la cadena emitió este lunes no tiene nada que ver con el que los espectadores vieron el pasado viernes. Y es que Hazte un selfi se ha renovado de arriba a abajo para ganar adeptos. Su estrategia: que el corazón que tanto ha ayudado a Mediaset les conceda piedad.

Las audiencias de Hazte un selfi han sido catastróficas desde el día de su estreno. De hecho, los datos tan bajos del programa, por debajo del 3% de cuota de pantalla, han hecho caer la media diaria y mensual de la cadena. Una situación que Cuatro no podía alargar durante mucho tiempo. En vez de cancelarlo, la estrategia ha sido renovarlo. De momento, este lunes el programa consiguió su máximo histórico con un 3,9% de cuota de pantalla. 

Su nueva carta de presentación era la luna de miel de Kiko Rivera y su mujer. El equipo del programa se coló en el avión que había cogido el hijo de Isabel Pantoja hacia Dubai para saber todos los detalles de este viaje de novios. Un contenido que poco encaja con el espíritu anterior del programa y con la línea de temas de Cuatro como cadena. 

Y es que el corazón y Cuatro nunca se han llevado muy bien. La cadena siempre se ha vendido como la casa de los jóvenes, un lugar transgresor, moderno, rompedor y con un lenguaje más callejero. Algo que no tiene mucho que ver con el idioma que habla Telecinco. Con este renovado Hazte un selfi, Cuatro se acerca más que nunca a su hermana Telecinco. Aunque tímido, quizá sea el cambio más transgresores que la cadena sufre desde su fusión en 2010. 

Sus anteriores romances

No es la primera vez que Cuatro ha coqueteado con el mundo del corazón. Siempre lo ha hecho de puntillas y como una sección de uno de sus programas. Nunca ha estrenado de forma radical un programa que fuese enteramente dedicado a este universo rosa que tan bien funciona en Telecinco. 

Cuatro nació en 2006 con varios programas de cabecera. Uno de ellos era el magazine Channel Nº4, un espacio que tenía tiempo para todo, incluida la crónica social. Término que se usaba para hablar de la prensa del corazón de forma más sutil dado que no entraban en la vida de ciertos personajes. Bajo el nombre Mesa de sociedad, el programa analizaba la vida de ciertas celebrities con Rosa Villacastín Pepe Colubi o Cristina Fallarás como algunos de sus colaboradores. 

Otro que nació con la cadena fue Las mañanas de Cuatro. Tras la etapa de Concha García Campoy, la fusión con Telecinco hizo que el programa cambiase por completo su esqueleto. La llegada de Marta Fernández hizo que el programa tomase un tono más desenfadado, incluyendo secciones como Gente Nuevas tendencias a su escaleta. Áreas que fueron eliminadas con el paso del tiempo, convirtiendo Las mañanas de Cuatro en el espacio de debate informativo que hoy conocemos. 

Presentado por Nuria Roca, 'Nos pierde la fama' fue el programa que más se acercó al universo rosa

No hay que olvidarse de Nos pierde la fama. Presentado por Nuria Roca en 2006, fue el programa que más se acercó al universo rosa. Vendido como un formato que se movía entre Corazón, corazón y Aquí hay tomate, este formato pretendía abordar con humor la vida de personajes populares. Entre sus colaboradores, humoristas muy poco comunes en este mundo de la prensa corazonera como Llum Barrera, Ronnie Arias y Javier Coronas. Estrenado en abril, en agosto ya estaba cancelado dado su bajo rendimiento. 

Lo que diga la rubia puede presumir de ser el programa de televisión que menos ha durado en antena. Se estrenó el 8 de febrero de 2010 y sólo duró una semana en emisión después de sus bajos datos de audiencia. Presentado por Luján Arguelles, era otro intento más de Cuatro de hacer un magacín vespertino con crónica social incluida. De nuevo, la audiencia de la cadena daba la espalda a este tipo de contenidos que poco tenían que ver con su espíritu.