Los nervios en la casa siguen estando a flor de piel. La organización les sentó la pasada semana de dos en dos en la sala de expulsiones para que arreglasen sus diferencias, pero parece que de nada ha servido. Y es que los concursantes de GH 17 se han buscado nuevos enemigos en la casa.
Este viernes, Bea se ha encontrado el armario de la ropa de Meritxell desordenado y ha decidido gastarle una broma a su compañera tirando toda su ropa al suelo. A Meritxell no le ha sentado muy bien la decisión de Bea y ha terminado llorando por toda la casa.
Aunque muchos compañeros han ido a arropar a Meritxell para convencer a la concursante de que se trataba de una broma, la rubia ha terminado hecha un mar de lágrimas. Parece que la relación entre la valenciana y Meritxell es un nuevo foco del que las cámaras tendrán que estar muy atentas.