La noche de este domingo, 27 de noviembre, se saldó con un ataque de ansiedad tras la emisión de GH 17: el debate. El Súper tuvo que pedir a Meritxell una infusión para una desesperada Adara, en ese momento en el confesionario, que no podía evitar derramar mares de lágrimas tras los ataques de sus excompañeros de concurso, ahora en plató, y los habitantes de Guadalix de la Sierra que defendieron la permanencia de Meritxell y Alain.

Nominada por séptima semana, la azafata sigue sin acostumbrarse a los continuos ataques de sus compañeros de concurso que han decidido quitarse de encima a la madrileña pese a ser conscientes de que cuenta con el favor del público.

Las continuas discusiones dentro de la casa de Guadalix de la Sierra han comenzado a pasar factura a sus habitantes, especialmente a Adara, que desbordada por la situación ha acudido muy nerviosa al confesionario. Sin poder parar de llorar, la azafata ha declarado en diversas ocasiones que necesita estar con gente que de verdad la quiera porque la situación la está superando.

¿Logrará la madrileña superar todos sus miedos y alzarse con el maletín o la presión podrá con ella y acabará abandonando?