Como era de esperar, durante la final de la Champions League de este sábado disputada entre Real Madrid y Atlético de Madrid, muchas ciudades se vaciaron. Obviamente, la capital la que más. Era difícil ver coches y peatones transitando por sus calles durante el partido. Sin embargo, el resultado de audiencias conocido este domingo parecía decir todo lo contrario.

Según datos facilitados por Atresmedia, la final de la Champions rozó los 9,5 millones de espectadores, un 57,3% de cuota de pantalla. Ya en la tanda de penalties, el dato se incrementó hasta un 62,3% de cuota de pantalla y 11.642.000 espectadores. Unas cifras que contrastaban por completo con la realidad vista en las calles. ¿Verdad o mentira consentida? Todos lo aceptan: no es el resultado real de un evento de estas características, pero es el único oficial.

La muestra que se recoge es para medir el consumo en hogares, no bares

“La muestra que se recoge es para medir el consumo en hogares. Todo lo que ocurre fuera del hogar no se controla”, explican fuentes del sector. Es decir, Kantar Media, el único medidor de audiencias en España, hace caso omiso a lo que ocurre en lugares de encuentro, como en los bares, donde se reúne la mayoría de espectadores de este tipo de eventos deportivos, o la acumulación de personas alrededor de una única televisión.

Para medir esto habría que recurrir a las encuestas”, aseguran estas fuentes. “Existen otras herramientas que ya se usan en EEUU pero el mercado no se ha interesado. Esto es lo que está contratado por el mercado”, explican.

El mejor ejemplo de estas diferencias ocurre cuando se emiten partidos en la televisión de pago. Y así, cuando en un día normal el prime time alcanza los 13,5 millones de espectadores en las cadenas generalistas, cuando se emite un partido de gran importancia como un Real Madrid-FC Barcelona, el dato baja hasta 7 millones de espectadores. Sin embargo, las audiencias sólo reflejan poco más de 1,5 millones de espectadores para este tipo de partidos. ¿Dónde quedan esos espectadores?

Desde la antigua Canal + siempre se hizo referencia a este problema en sus ruedas de prensa. Para la cadena existían dos problemas en la medición de audiencias: que Kantar Media no mide los locales públicos ni los invitados en casas ajenas. Por ello, el antiguo canal de Sogecable ya hizo algunos estudios internos para que las marcas que se anunciaban en sus canales no se fiaran tanto de los datos ofrecidos por Kantar Media, que no se ajustan a la realidad.

Mediaset ya se quejó de esta medición

Mediaset vuelve a ser dueño de La Roja y, por lo tanto, de sus audiencias. Los partidos de la Selección Española de fútbol rompen los audímetros. Sin embargo, está comprobado que algunos encuentros sufren el síndrome de los bares.

Según publicaba ECD,  el equipo directivo de Mediaset había cuestionado en reuniones internas la fiabilidad de los análisis de Kantar Media. Una las principales acusaciones de Mediaset se refería precisamente a datos de eventos deportivos.

En los despachos de Fuencarral comprobaron que la audiencia de los partidos de clasificación de la selección española para el Mundial de Brasil se había a desplomado durante los últimos partidos en los que España se jugaba el pase, según los datos de Kantar Media, lo que no llegaba a cuadrarles.