Lo de Risto Mejide iba este domingo de estrellas nacionales. El publicista entrevistó a varios nombres del panorama que han alcanzado la fama de una forma o de otra de la noche a la mañana y casi sin buscarla. Además de Belén Esteban y de Mónica Cruz, Mejide entrevistó y habló con Gabriel Rufián, el diputado revelación de la legislatura gracias a las perlas que ha soltado contra el PSOE, el PP y Ciudadanos con un lenguaje que poco se había visto hasta ahora en el Congreso.
"La fama no es sólo llegar a un restaurante y que la gente se gire o te reconozca, sino una herramienta para poder llegar a más gente. Una forma de ver que no llevamos ni tridente, ni rabo ni cuerno", comentó durante su entrevista en Chester in Love. "Nosotros queríamos ser la oposición aquel día y para un grupo de nueve diputados como nosotros era muy complicado", dice sobre su segunda y polémica aparición en el Congreso.
Risto Mejide quiso poner contra las cuerdas al diputado y no ponerle las cosas fáciles en su conversación. "No me encanta ser famoso y tampoco creo que lo sea", aseguró el diputado. "Es una consecuencia, no es un fin", dijo sobre la fama.
Uno de los momentos más destacados del programa fue cuando Risto Mejide sacó a la luz algunos mensajes que Rufián había puesto en Twitter contra Amancio Ortega y sus distintas sedes a lo largo del mundo. "Esto es populismo", le dijo el presentador del programa. "¿Qué llevas hoy?", le preguntó sobre la ropa que llevaba al programa. "La americana que llevas: Zara. La coherencia, querido", le dijo al diputado, colocándole en una situación muy complicada para defenderse.
"Si tan comunista eres por qué respiras tanto", comentó Rufián para responder a estos ataques. No parecía estarle gustando hacia dónde iba la conversación. "Si a un político lo único que le puedes recriminar es que lleva unas Nike yo hay algo que no entiendo. Ojalá os fijarais tanto en Rato. Puedes comprar en Zara o Mango y no estar de acuerdo con la política que lleva", dijo. Risto Mejide estaba disfrutando con el lío en el que había metido al político.