Donald Trump probó suerte por primera vez como presidente de los EEUU ante los medios de comunicación el pasado viernes. El empresario se colocaba la corona de mandamás en la investidura en medio de un proceso que no era poco polémico. El resultado conseguido superó los 31 millones de espectadores, algo que para Trump es una excelente noticia. 

Al menos eso es lo que el ahora presidente de los EEUU a través de su cuenta de Twitter. Trump sigue utilizando su cuenta de esta red social como empresario para este tipo de comentarios. Para asuntos de estado tendrá que usar la cuenta @POTUS que estrenó el pasado viernes. 

"31 millones de personas vieron la investidura, 11 millones más que los buenos resultados de hace cuatro años", ha publicado Trump en su cuenta de Twitter al grito de "Wow". 

Trump se compara así con los resultados de hace cuatro años, cuando Obama simplemente renovaba su contrato con la presidencia. Pero a Trump se le olvida compararse con los resultados que consiguió Obama en su primer año ante los espectadores como presidente, cuando consiguió alcanzar los 38 millones de espectadores, siete más que los alcanzados por Trump. 

Obama consiguió en 2009 el mejor resultado de audiencia que este acto había conseguido desde que Ronald Reagan se presentaba ante los estadounidenses en 1981, cuando 41,8 millones de personas se pusieron delante del televisor para ver a su nuevo presidente.