Mediante una nota de prensa, Televisión Española anunció el pasado viernes, 10 de febrero, a un solo día de celebrarse Objetivo Eurovisión, los miembros del jurado que elegirían al representante que abanderará a España en el certamen europeo y una de las normas clave de esta preselección.
De manera improvisada, y para muchos con una segunda intención, el ente público decidió que, en caso de empate entre las puntaciones otorgadas por el televoto y el jurado, los expertos resolverían al ganador en una segunda vuelta.
Esta regla, no estipulada en ningún tipo de bases escritas o publicadas por el ente público en ninguno de sus canales de difusión, ha sido uno de los determinantes para que el público acuse de tongo al espacio presentado por Jaime Cantizano.
Tras ser presentado el ganador de la final nacional, BLUPER ha querido preguntar a Toñi Prieto, directora del área de Entretenimiento de Televisión Española el motivo por los que la organización de Objetivo Eurovisión decidió cambiar en su última edición sus bases.
Todo por el espectáculo
"Durante Objetivo Eurovisión 2016, empleamos un método de selección distinto. Jamás lo habíamos hecho: contamos con un jurado profesional, con un peso del 30% en la valoración final; un jurado internacional, con un 30%; y el voto del público, con un 40%. Le dimos menos valor al público que este año", ha comenzado explicando la responsable de los espacios de caracter musical de TVE a este portal al serle cuestionada la decisión de cambiar las bases de la preselección.
"Este año, por simple estrategia, hemos querido darle más emoción a la preselección. Para que el público no supiera de entrada quién era el representante en caso de empate, que ojalá no hubiera querido Dios que lo hubiera, decidimos que el jurado volviera a votar. Por puro espectáculo decidimos darle un giro. Buscábamos un buen show y que hubiera emoción, nada más. No ha habido nada extraño", relata Prieto.
¿Y qué hay del voto del espectador de la gala? ¿No debería Televisión Española, como servicio público, primar la opinión del espectador y anteponer el televoto de pago a que la decisión corresponda a un jurado con opiniones de caracter subjetivo?
"Llego a la conclusión de que, últimamente, hagamos lo que hagamos con Eurovisión se nos van a quejar. Siempre tenemos quejas, estoy esperando aún escuchar de alguien algún año que algo ha salido perfecto", se excusa la directora del área de Entretenimiento del ente público ante la pregunta de este portal.
BLUPER intentó razonar con Prieto, haciéndole ver a una de las responsables del Festival en España que no todo son quejas y malas caras, recordándole la buena acogida por parte del público y la crítica del #Eurocasting.
"Ese proceso web parte de nosotros. No somos ajenos. El mismo grupo ha decidido que una de esas candidaturas del #Eurocasting tengan una plaza en la final. No focalicéis. Todo lo que hacemos lo hacemos con transparencia, no tenemos nada que ocultar", afirma la directiva, reconociendo ser una de las instigadoras del proceso online fomentado por el sitio web de RTVE.
"Si quisiéramos que fuera un artista directamente le pedimos que vaya y no tenemos que pasar por ningún proceso. No estamos obligados a ello. Sobre todo, pedimos un poco de cariño. No somos ogros, somos profesionales. Nos podemos equivocar, pero todo lo hacemos de buena fe y de buen rollo", explica la directiva.
Nuevos "errores" de Prieto
Tal como ha podido saber este portal, la directora del área de Entretenimiento de Televisión Española se encuentra lejos de poderse considerar una de las impulsoras del #Eurocasting organizado por RTVE.es.
Desde que el equipo del sitio online del ente público propuso la idea a la delegación española del Festival, Prieto puso numerosas pegas e inconvenientes para que este proceso web saliera adelante.
Pese a ello, el equipo comandado por Toñi y Llano cedió al entusiasmo de sus compañeros del equipo multimedia, avalado por el éxito del Festival de Eurovisión en redes y en la web del ente público.
Como respuesta de este logro, TVE decidió dar una oportunidad a su team de tener una plaza en la gran final de Objetivo Eurovisión.