¡Que las campanas repiquen a duelo! ¡Que todas vistan sus refajos más negros! ¡Ha muerto Qué tiempo tan feliz! O, como escriben las modernas éstas que hablan de televisión, QTTF. ¿Hay forma más fea de abreviar el nombre? Son vagas… gente oscura. Chica, como si les cobraran la tinta… son imbéciles… ¡¡IMBCLS!!
Bueno, al turrón. A lo que vamos… ¿Cómo es posible que hayan cancelado el único programa que merecía la pena en fin de semana? Todo por la audiencia, por el share. ¡Todo por la pasta! ¿O hay algo más? ¿Qué se esconde detrás de la eutanasia a uno de los formatos más longevos de Telecinco? ¿Será vendetta italiana? Quizá nunca lo sepamos…
¿Dónde van ahora a ir las yayas a buscar un supersingle que echarse a la boca? ¿Tanto daño hacía su racioncita semanal de karaoke cañí? Esa cohorte de septuagenarias de asilo pudiente cantando al unísono “Francisco Alegre” siguiendo las letras sobreimpresionadas en amarillo limón… Sí, amigas. El grafismo no era de TP de Oro, precisamente.
¿De verdad nadie va a quemarse a lo bonzo por la no cancelación de esta joya?
Dicen las entendidas que Telecinco “quiere levantar el fin de semana”. ¿Levantar? ¡Pero si con María Teresa ya estaba levantado hacia el Señor! Que se haya liado la que se ha liado con la retransmisión de la Santa Misa en La 2 y no haya todavía cadenas de Whatsapp llamando a las armas por la salvación de La Campos… Es inaudito. ¡Habla, pueblo, habla! ¿De verdad nadie va a quemarse a lo bonzo por la no cancelación de esta joya?
En los 8 años de historia de QTTF (¡viva las imbéciles del abrevie!), María Teresa Campos ha demostrado que se puede hacer televisión de verdad sin recurrir a la basura por la basura. Tiene gracia que esto lo haya conseguido en la cadena que ahora le da la espalda. Lo de este final era algo que se sabía desde el momento mismo del inicio: Una señora que se fue y volvió. Que se fue a la competencia y que allí pronunció, en riguroso directo, unas palabras más altas que de costumbre hacia la mano que mece los hilos de la sucursal española de Mediaset. ¡Lo raro es que la matrimoniada les haya durado casi una década!
Cómo vamos a echar de menos esos playback de Bigote Arrocet. ¿Hay alguien que tenga menos reparo a perpetrar todo tipo de géneros? Bossanova, Ranchera, ballenato… ¡todas destrozaditas vivas! Luego dicen que el cantante latino más universal es Julio Iglesias… ¡Y una higa! ¡Bigote for the Grammys!
¿Dónde carajo va a ir ahora Dyango a presentar sus discos?
Luego estaban las visitas estelares: Los del Río (ese dúo spoiler de lo que serán en otra vida los Gemeliers), Juan Pardo (el Pablo Alborán jurásico), Fórmula V (lo que hubieran sido los Auryn dentro de 60 años si Blas Cantó no se hubiera tucaramesuenizado toa), Karina (la mujer del futuro de la Conchita del Puede Ser)... Pero lo más importante de todo… ¿dónde carajo va a ir ahora Dyango a presentar sus discos? Esto es un drama. Pero drama de proporciones bíblicas. Ríete tú del BREXIT, guapi.
Todo lo bueno tiene un final y el del programa de María Teresa no ha estado a la altura del formato. La suya ha sido una despedida en diferido, como el célebre finiquito. Todas sabíamos que esto se acababa. Lo sabíamos desde el programa 1. ¿Dónde están los de STOP Desahucios cuando se les necesita? Mira que dejar en la calle a toda una familia… ¡A más ver!