Puede que a muchos les parezca que el guión de un programa como Late Motiv tiene mucho de improvisación. De lo que surja en directo y de lo que el público te pida en ese momento. Pero no. El guión de un late night está cuadriculado desde un principio. “El guión está ultratabajado y utrapensado con tiempo”, describe Javier Durán, coordinador de guiones del programa de #0. Con él hemos hablado para saber cómo se trabaja esa obra llamada guión y a la que muchos denominan folio.

En el fondo, todo empieza con ese folio en blanco. Late Motiv se ha convertido en un superviviente de su propio género. Y es que las cadenas de televisión en abierto han dejado de apostar en estos últimos años por el late night, un formato que llegó a tener una edad de oro en nuestra televisión.

“Un programa nuestro tiene una escaleta hecha una semana antes de que el programa sea emitido”, explica Durán. Al único contenido que se le da más margen es al monólogo que Andreu Buenafuente protagoniza cada día. “Para el monólogo nos reunimos todo el equipo de guión a las 10 de la mañana. Tenemos una reunión de una hora. Nos ponemos a escribir los guiones y a mediodía ya está el guión escrito. La gente curra muy rápido y muy bien”.

Detrás de Buenafuente hay un equipo de 150 personas. El equipo de contenido se reúne a las 10 de la mañana. Es en esa reunión en la que se analizan los temas del día para saber si el monólogo de Buenafuente debe incluir algún dato de última hora, algún guiño a la actualidad. Sólo en el equipo de guión ya trabajan nueve personas. Y es que es en esa reunión en la que se empiezan a rellenar aquel famoso folio en blanco que se puso encima de la mesa a primera hora.

A las 11 empiezan a escribir y ya se pone en marcha la maquinaria de producción para conseguir todo lo necesario para que el espectador vea el programa que de lunes a jueves se emite en el canal de Movistar+.

Andreu tiene una capacidad salvaje para entrar y salir del monólogo

Buenafuente recibe un primer guión a mediodía. Parece que el diálogo final empieza a tomar forma en ese folio. Después, el presentador revisa todo el programa y donde mete mano es en el monólogo. “Lo hace a mano, con sus anotaciones”, explica el coordinador de guiones. “Después hay un ensayo en el que se ven si funcionan las cosas escritas. Porque hay cosas que escritas funcionan de puta madre, pero hay luego las ves ensayadas y no funcionan. Es en ese momento final cuando se crea el guión definitivo. Pero no hay que olvidar que el programa es en directo y Andreu tiene una capacidad salvaje para entrar y salir del monólogo”.

12 años a la sombra de Buenafuente

Javier Durán empezó a trabajar con Andreu Buenafuente desde que el programa diese el salto a Antena 3. Ya han pasado 12 años de aquella etapa. “Si curras de guionista y en contenidos, para mí ahora mismo no hay ningún otro programa mejor que Buenafuente. Aquí la gente de contenidos está muy considerada. Andreu es un referente en el humor en España. Podrías currar en El hormiguero o en El intermedio, pero para la edad que tengo y lo que me gusta escribir el programa de Buenafuente es perfecto”.

El pago te permite no estar pendiente del dato. Hacemos lo que nos gusta

El público conoció a Buenafuente a nivel nacional en el año 2005, cuando estrenó en Antena 3 el programa con su propio apellido e hizo algo de sombra al inquebrantable Crónicas marcianas. Para él también han pasado los años. “Buenafuente ahora es más adulto”, declara Javier Durán sobre el cambio que ha sufrido el presentados durante estos años. “Hacemos otro tipo de programa bastante más adulto que el que hacíamos en Antena 3. Hicimos muchas cosas y muy bonitas, pero este programa es más maduro. Es verdad que el pago te permite arriesgar en según qué cosas. Algunas no las podrías hacer en abierto. También te permite no tener que estar pendiente del dato. Hacemos lo que nos gusta”.

Si bien el aplauso final es reconfortante, Durán elige la reunión de contenidos de por las mañanas como su momento favorito. “Hay reuniones espectaculares. De ahí salen cosas maravillosas y algunas no se pueden hacer. Como alguien que piensa en contenidos eso me parece fantástico”, declara el guionista. “Después hay un momento justo antes de salir al plató, en la trastienda, cuando todo el mundo está disfrazado y con sus guiones, ese momento antes de empezar el directo, piensas: estamos haciendo una cosa que mola”.

Los creadores del dardo

A veces los titulares de prensa son algo engañosos. “El dardo de Buenafuente a Cárdenas”, titulaba este mismo medio el pasado mes de enero cuando el presentador le lanzaba un pequeño mensaje a la cara de TVE. Realmente, los autores de este dardo esperan detrás de las cámaras.

“A veces es Buenafuente, pero normalmente somos nosotros”, admite Durán. “Nosotros somos humoristas e intentamos provocar. A veces nos sale bien y a veces nos sale mal, como a todo el mundo. Pero nos nos gusta ir provocando. Normalmente nos hace gracia ver las reacciones de las cosas que hacemos”.

“El trabajo de un humorista es forzar un poco los límites. La polémica es una cosa que viene de fuera a posteriori. Intentamos huir”, comenta. “La gente tiene mucho más sentido del humor del que parece. Para mí es un halago que te hagan una imitación”.

Ya son las 23:00 y empieza Late Motiv. La hoja que se puso encima de la mesa a las 10 de la mañana está completa. Buenafuente recibe el aplauso del público. “Muchas gracias. Buenas noches a todos”, dice el presentador a los espectadores. Preparados, listos… empieza el discurso. Empieza el guión.