Desde que fuera elegido como representante de Italia en Eurovisión el pasado febrero, Francesco Gabbani siempre ha liderado las casas de apuestas. Este domingo ha vuelto a demostrar por qué parece casi imposible que le arrebaten la victoria el próximo sábado 13 de mayo.

El italiano ha vuelto a demostrar una vez más su potencial sobre el escenario, contagiando el buen rollo de su canción a los espectadores gracias a su fuerte carisma y su divertido baile, y rompiendo el sentimiento de monotonía que desprende esta edición.

Su favoritismo también queda demostrado en la expectación que suscita tanto en sus ensayos como en sus ruedas de prensa, que siempre son las más abarrotadas.

En su camino hacia la ansiada victoria, parece que sólo dos países pueden romper este sueño: Portugal y Bulgaria. De momento la prensa espera que Salvador Sobral se suba por primera vez al escenario este lunes para valorar realmente sus opciones de victoria.

Preguntados por la ciudad que elegirán si finalmente ganan esta edición, el jefe de delegación italiano Nicola Caglioni, ha dicho que "primero hay que ganar el festival y luego ya se decidirá. Lo que si estoy seguro es que la RAI está capacitada para albergar un show así".