Manel Navarro mejora su complicidad en el segundo ensayo en Eurovisión

Manel Navarro ha llegado a Kiev con varias caras aprendidas para conquistar a la cámara. El representante español en Eurovisión dejó bien claro en la rueda de prensa del pasado viernes que tenía que mejorar varias cosas de su puesta en escena: quería más primeros planos y un picado que mostrase su intención sobre el escenario. Y esos son los cambios que se han podido ver este domingo. 

El español se ha subido al escenario por segunda vez para practicar el que será su número final el próximo sábado 13 de mayo en la gran final de Eurovisión en Ucrania. De nuevo ha vuelto a entonar su Do it for your lover en tres ocasiones con la intención de pulir los detalles que pretendía modificar.

Navarro ha ofrecido una actuación algo más cómplice con la cámara. Su canción ha ofrecido más primeros planos respecto a la puesta en escena del viernes. Se ha alejado de los planos generales para centrarse en la cara del cantante, cuya posición pretende conquistar a los espectadores desde el primer momento. 

Al cantante se le ha visto más cómodo sobre el escenario y su relación con los coristas ha sido mucho más cómplice que la primera vez. Sin embargo, la puesta en escena sigue siendo exactamente la misma que la del viernes, con visuales protagonizados por palmeras y tablas de surf que pretenden mostrar un ambiente de fiesta sobre el escenario. 

El plano picado prometido ha aparecido a mitad de la actuación, cuando en el suelo aparecen unas tablas de surf sobre las que se colocan Manel y el resto de componentes. Este plano permite entender al espectador mucho más lo que está pasando sobre el escenario. 

A pesar de la nueva complicidad de Navarro con las cámaras de este Centro de Exposiciones Internacional de Kiev, la puesta en escena sigue siendo muy limitada y pasa desapercibida respecto a otras actuaciones que se verán en la gran final de Eurovisión. Sigue demasiado estático sobre el escenario y su actitud con sus compañeros es todavía mejorable, ya que hay momentos de la actuación en los que siguen perdidos sobre el escenario y no saben muy bien hacia donde dirigirse.