'Supervivientes': Gloria Camila y Kiko, una pareja dañina que no da más de sí

Si hace una semana nos estábamos lamentando por el agotamiento que sufrían los concursantes, en esta ocasión podemos dar palmas por justamente lo contrario. La unificación de hace unos días y la presente división en dos grupos ha despertado la competitividad en el grupo. A algunos se les está yendo de las manos y están sacando a relucir sus peores defectos.

Leticia y Kiko ya no se cortan y aprovechan cualquier momento para tirar por tierra a sus contrincantes. Este domingo podíamos ver en Conexión Honduras como esta extraña pareja de aliados ponían en duda la lesión que ha sufrido Alba Carrillo en el pie. Según Leticia, la súper modelo exagera y aprovecha sus circunstancias para no trabajar y pegarse la vida padre. Mientras lo dice, insulta y se ríe de su rival y lo hace a conciencia, con una cámara a escasos metros.

Kiko sigue la misma dinámica e incluso se atreve a criticar a su novia Gloria aprovechando que la audiencia ha decidido separarlos por unos días, y es que el problema de celos de la pareja empieza a resultar un elemento repetitivo y aburrido. Las peleas de ambos no enganchan como antes porque son previsibles y absurdas, sin ningún rasgo que las haga interesantes. Ambos se restan, siendo el peor enemigo el uno del otro. Cuesta encontrar alguna imagen de la pareja en armonía, y sus disputas son las propias de una unión sin ningún futuro.

El problema y la responsabilidad es de los dos, pues ambos consienten conductas machistas y ninguno se esfuerza por consolidar unas bases que permita que la relación vaya a más. No comparto los comentarios que apuntan a Kiko como único culpable de las desavenencias en dicha relación, pues Gloria tiene el mismo de grado de implicación en las disputas que se llevan originando desde el principio del concurso. Es muy fácil caer en la demagogia y el populismo, pero lo cierto es que Gloria es igual de posesiva que su novio. Si hacemos un poco de memoria y nos trasladamos a los primeros días de convivencia en la isla, podemos recordar como Gloria insultaba gravemente a Janet sin ninguna justificación, solamente por pensar que quería tontear con su novio. En ningún momento Janet pretendía hacer eso, simplemente quería conocer un poco más a un compañero con el que no había tenido ocasión de charlar previamente. Gloria fue cruel y su reacción fue desmedida, como todas las cosas que se dicen el uno al otro.

Lo peor de seguir esta relación es la sensación de que no vamos a ver otra cosa distinta. Es una lástima, pero ambos no van a dar más de sí si siguen concursando juntos, por lo que se me antoja interesante la idea de expulsar a uno de los dos cuanto antes. Supongo que la mejor opción es eliminar a Kiko, sobre todo porque Gloria ha demostrado en las pruebas ser mejor superviviente, y porque como concursante resulta mucho más atractiva que su novio. Además, resulta muy bochornoso escuchar a Kiko atacar a Alba Carrillo argumentando que su compañera es quien es por haber tenido novios famosos, como si él no estuviera concursando gracias a su relación con Gloria. Debería ser menos atrevido el exviceverso ya que Alba estuvo a punto de ganar un famoso reality por sus dotes como modelo, por lo que puestos a hacer juicios de valor acerca de quien merece más concursar, él sale perdiendo de lleno.

Edmundo ha despertado

Otro que ha despertado y que está acaparando protagonismo poco a poco es Edmundo. El concursante que decidió desconectar del grupo durante las primeras semanas está ganándose el respeto y el cariño de sus compañeros. Lo cierto es que el novio de María Teresa Campos se está esforzando por ser un buen superviviente, por eso ganó anoche su primera prueba de recompensa, pero sin duda, el momento de la noche fue el vídeo donde se pudimos verle, presionado por el mal rollo que mantiene con Leticia, llorando a moco tendido. Es Bigote sin ninguna duda quien mejor está gestionando la guerra que su compañera tiene organizada contra José Luis y contra él. Probablemente Bigote tendrá la ocasión de despedir a su enemiga y ganarle la batalla. Ella no puede estar haciéndolo peor.