'Supervivientes': Y salió la Laura soberbia, rencorosa y egocéntrica
Se vivió una dura bronca en directo que terminó con José Luis hospitalizado.
16 junio, 2017 09:26Salió Kiko, aunque sigue en el concurso, esta vez en la cuerda floja que supone permanecer en soledad en la casa del árbol. Hubiera estado mejor ver a Gloria como expulsada. Tal y como pronosticaba en el post del miércoles, a la hija de Ortega le faltó tiempo para pedir a sus compañeros la nominación. Lejos de celebrar que había sido salvada por el público, parecía estar en un entierro.
Con su actitud deja claro que le importa muy poco el esfuerzo que puede llegar a hacer un grupo de gente que se deja el dinero para garantizar la continuidad de su concursante favorito. Gloria se está comportando como una caprichosa consentida que no aprovecha las oportunidades que se le presentan. La falta de empatía que tiene por muchos de sus compañeros es la misma que ayer demostró tener por la audiencia votante de este programa, ninguna. No le viene nada bien a Laura Matamoros secundar los actos de su amiga.
Al final, la ganadora de GH VIP está tirando todas sus opciones por la borda. La imagen que proyectó en la gala de anoche fue lamentable e incoherente se mire por donde se mire. Tiene guasa que le recrimine a José Luis que solo le importa el dinero cuando ella es conocida por vender sus trapos sucios y comercializar la mala relación que mantiene con la mujer de su padre.
Laura Matamoros critica lo que ella hace y lo peor es que no muestra ningún tipo de pudor cuando suelta ese veneno por la boca. Se recrea a sí misma creyéndose cargada de razones cuando en realidad hace un ridículo estrepitoso. Intenta hacer daño a su enemigo diciéndole que le va a regalar un diccionario cuando la primera que no sabe expresarse es ella, entre otras muchas cosas. Es una lástima, pero al final es esa la Laura que está viendo todo el mundo, la soberbia, la rencorosa y la egocéntrica. La que no es capaz de ponerse en la piel de los demás y la que se cree en posesión de la verdad.
Tras la expulsión de Kiko, José Luis tuvo que ser atendido por el equipo médico del programa a causa de un cólico nefrítico. El pobre, que no gana para disgustos, no sabe defenderse en las discusiones. Se ahoga en el conflicto y sus pocas herramientas respecto al lenguaje le juegan malas pasadas. Debe ser duro sentir la impotencia que José Luis lleva soportando sobre las espaldas desde prácticamente el comienzo de esta edición. Si no te gusta un compañero y no aguantas su manera de proceder, es tan fácil como apartarte, pero Laura y Gloria no pueden vivir sin despellejar al que hace lo que deberían hacer ellas. No hay obligación en pescar y en hacer la comida, pero tampoco está prohibido hacerlo.
Cada día tengo más claro que José Luis, Iván y Alba deben ser los finalistas de esta edición
Culpan a José Luis de impedir a sus compañeros pescar y hacer según qué cosas, pero la única realidad es que no las hacen porque no les da la real gana. Se asustan al ver que él si las hace, porque deja en evidencia el poco espíritu de supervivencia del resto. La única que ha decidido hacer más bien poco y por ello machaca a cocinero es Alba, que es de las concursantes más leales y agradecidas que he visto en mucho tiempo en un reality.
Cada día tengo más claro que José Luis, Iván y Alba deben ser los finalistas de esta edición. La semana que viene debería irse Gloria, aunque si fuéramos un poco malos echaríamos a Laura Matamoros y dejaríamos a la novia de Kiko en la más absoluta de las soledades. No se merece otra cosa, al final y al cabo lleva cerca de dos meses con cara de acelga echando pestes de todo bicho viviente. La amargura va anclada a su personalidad, probablemente porque, en la calle, su relación de pareja sea un reflejo de lo que hemos visto en el programa. Lo que viene siendo una porquería toxica con muy poco futuro.