Las prisas y las carreras: un arma de doble filo. Un aliado y a la vez un enemigo para las cadenas de televisión. La tarde de este jueves España se vestía de negro con el atentado ocurrido en Barcelona. Una triste noticia ante la que las cadenas de televisión han tenido que reaccionar lo antes posible. Pero han sido las prisas por ofrecer el mayor número de datos posible sobre lo ocurrido lo que ha hecho que el rigor informativo haya quedado aplastado por completo.
El morbo ganaba este jueves. ¿Ganar audiencia? Lo cierto es que el respeto es lo que no ha ganado ninguna de las cadenas. Intentaban así que los espectadores quedasen retenidos delante de la pequeña pantalla con la mayor cantidad de imágenes de las víctimas posible.
Las fuerzas de seguridad pedían encarecidamente a los medios de comunicación que no emitiesen imágenes de las víctimas, ni de los muertos ni de los heridos. Respetar la privacidad y el dolor, algo que debería estar por encima de cualquier hecho informativo. Una base sobre la que muchos han patinado en la tarde de este jueves.
La televisión pública, la que más debe proteger y velar para que se cumplan las peticiones de las fuerzas de seguridad, no ha tenido ningún reparo a la hora de emitir ciertas imágenes nada agradables. Imágenes no pixeladas con el fin de ser los primeros en dar salida a este banco de contenido audiovisual.
El morbo, esa cualidad sobre la que se puede pensar que es lo que piden los espectadores. Pero tal vez sea lo único que ofrecen algunas cadenas de televisión. Este jueves pude ver cómo TVE hacía zoom para captar cómo una policía cargaba su pistola. Pude ver cómo informaban en todo momento del dispositivo policial existente, las calles en las que se encontraban los controles. Poco quedaba a la imaginación.
TVE ha tenido que desmentir alguna de sus informaciones
Ha sido la propia TVE la que se ha tenido que desdecir de alguna de sus informaciones. Apuntaban, con foto incluida, a un local iraní en el que había dos presuntos terroristas encerrados y atrincherados. Incluso se habló de negociaciones. Media hora después tenían que desmentir la noticia ante la negativa de los Mossos d’Esquadra. La imagen de la fachada de ese local ya no saldrá de la memoria de muchos.
“Les advertimos de que las imágenes que van a ver a continuación pueden herir su sensibilidad”, decía la presentadora de los informativos de TVE mientras se emitían imágenes de los agentes intentando socorrer a las víctimas que estaban tiradas en el suelo. ¿Necesario? Seguramente, no. Ya habían pasado varias horas y las imágenes podían haber sido tratadas.
Y es que las prisas nada tienen de bueno. Cuatro era la última en conectar con el centro de la noticia. Una vez que lo hacían se lo tomaban muy en serio. Al menos, eso creían ellos mismos. Un reportero se saltaba el cordón policial con el fin de captar las imágenes de las víctimas con una mejor visión. Protagonistas de la noticia sin querer serlo. Las víctimas se convierten en imágenes de archivo para muchos.
Su hermana mayor, Telecinco, no ha sido mucho más cauta en cuanto a informar de todo lo que se estaba comentando en redes sociales. Los informativos llegaban a emitir en antena un tuit de una furgoneta que supuestamente estaba siendo buscada por los cuerpos de seguridad. Todo mentira. Pero las prisas por ser los primeros volvía a hacer de las suyas. La misma prisa tuvieron para desconectar. A las 20:00 horas ya estaban emitiendo Pasapalabra.
Con la P: Necesidad o deseo de ejecutar algo con urgencia. Con la M: Atracción hacia acontecimientos desagradables. Con la R: Excesiva y escrupulosa severidad. Prisa, morbo, rigor. Tal vez debimos ver más Pasapalabra para saber que no todo es válido a la hora de informar y que los espectadores no necesitan ver todo. Necesitan hechos. Verídicos, a ser posible.