Da igual el tiempo que haga de su estreno (23 años) o de su final (13): las aventuras de los “colegas” Monica (Courtney Cox), Ross (David Schwimmer), Phoebe (Lisa Kudrow), Chandler (Mathew Perry), Joey (Matt Leblanc) y Rachel (Jennifer Aninston) sigue enamorando a la audiencia. Una prueba de ello es que el regreso de Friends a la televisión en abierto ha supuesto una alegría para sus fans, que seguían revisitando sus aventuras en Comedy Central o en Netflix, plataforma en la que se sitúa como una de las series más vistas junto a Stranger Things o Narcos.  

En Friends se trató el tema de la gestación subrogada, el cual ha generado multitud de reportajes y debates en televisión en los últimos meses sobre si se debería o no legalizar en España; mientras, famosos como Kiko Hernández o Torito han sido padres fuera del país por este procedimiento, el cual fue comparado con la prostitución por Isabel San Sebastián en Televisión Española.

Así lo reflejó ‘Friends’

En la pequeña pantalla cada vez más series incluyen tramas sobre gestación subrogada, aunque posiblemente la que más hayamos visto aquí, por sus numerosas reposiciones, sea Friends. Allí, a partir de la temporada cuatro, en 1998, descubrimos que Frank Buffay (Giovanni Ribisi), el hermano de Phoebe, se había casado con su novia, una profesora mayor que él y con la que no podía tener hijos. Así, la pareja le pidió a Phoebe que cediese su vientre para lograr el sueño de formar una familia con esperma de Frank y óvulos de Alice. “Yo solo sería el horno, el bollo sería suyo”, explicó Phoebe a sus amigos.

La cantautora y masajista no se lo pensó mucho, algo que chocó a su pandilla; los amigos le aconsejaban que meditase, pues no es sencillo vivir un embarazo de forma altruista por amor a un hermanastro, al que además hacía poco que conocía, pero que igualmente la apoyarían con su decisión.

Tras meditar con la almohada Phoebe accedió, consciente de la felicidad que daría a esa familia, aunque recibió mucha presión interna pues los recursos económicos de Frank y Alice eran escasos y no podían permitirse otra inseminación; tenía que quedarse embarazada a la primera.

¿Harías de vientre de alquiler por mí?

Como es lógico el grupo de amigos de Phoebe comentaba la situación. “Si alguna vez tengo un hijo sería para quedármelo”, decía Rachel, dando voz a lo que diría tu vecina de al lado.

En otro momento de la serie, Mónica y Rachel volvían a hablar de la gestación subrogada, dejando claro que es algo para lo que hay que prepararse mentalmente, y más cuando es un gesto completamente desinteresado, sin retribución económica. 

-¿Harías de vientre de alquiler para alguien?- preguntaba Monica, aunque su amiga no recibiría dinero a cambio del embarazo.

-Depende de para quién- respondió Rachel.

-Si te lo pido yo…

-¡Oh, Monica, claro! ¿No me lo estás pidiendo, no?

-No.

-Sí, por supuesto.

“Estoy embarazada de mi hermano”.

En el primer intento Phoebe acaba quedándose embarazada de trillizos y su embarazo generó gran cantidad de gags hilarantes; en todo momento, Phoebe era consciente de que aquellos no eran sus hijos, algo que manifestaba sin pensar demasiado.

Una de las secuencias más célebres fue cuando acudió a un club de estriptis junto a Rachel y Monica para animar a Chandler, y pide a los clientes que no fumen porque está embarazada; uno de ellos le reprocha que ella y su bebé deberían irse a otro club, y ella, socarrona, le responde que no es su bebé. Otro momento célebre es una conversación teléfonica en la que la gestante pregunta por Monica, que está en Londres en la boda de Ross, y se excusa diciendo que no puede ir por está embarazada de su hermano.

También nos dejó un gran momento cuando le compuso una canción a su feto, al que, por mantener la rima, llamaría Anacleto cuando saliese de su parapeto.

Un Baby Shower difícil

Con el embarazo, la Phoebe tiene constantes cambios de humor y paga sus malas pulgas, sus alegrías y sus llantos con los amigos que tiene alrededor. Las chicas, para alegrarla, deciden realizarle un baby shower, la fiesta en la que se hace regalos para los futuros recién nacidos.

El problema es que no será Phoebe quien vista a los bebés, ni quien les de el biberón, por lo que Rachel y Mónica deciden comprarle cosas para después del parto, como unos pantalones o una botella de tequila, algo que ella rechaza porque aún le falta meses para usarlo.

Desprenderse de los hijos

El nacimiento de los bebés no tuvo complicaciones, más allá de lidiar con un médico fan de Star Trek (de Happy Days en su versión original, pero lo cambiaron en el doblaje para tener una referencia más clara en castellano). Sin embargo, Phoebe le contó a Rachel un “secreto”: quería quedarse con uno de los hijos, y quiere saber que si su hermano “busca la oportunidad de deshacerse de uno”.

Tras analizar la situación con su amiga, la sensatez vuelve a brillar y da a luz. “Ojalá pudiera llevaros a casa, pero me conformaré con ser vuestra tía favorita. La hermana de Alice tiene piscina, pero yo os he parido”, dijo Phoebe a los trillizos, quienes se van con sus padres a casa, y reciben los nombres de  Frank Hijo-Hijo, Leslie y la pequeña Chandler. 

Monica y Chandler adoptaron

En el pasado Monica y Rachel hablaron sobre gestación subrogada, y la pija le dijo a la cocinera que lo haría encantada; sin embargo, con el paso de los años Monica descubrió que no podía tener hijos con Chandler, pero no tanteó la opción de la este tipo de embarazo para traer un niño al mundo. El problema era el esperma de él, por lo que finalmente barajan como opciones adoptar o realizar una inseminación de un donante. Al final, acabarán conociendo a Erica, una mujer con un embarazo no deseado que les dará a su hijo en adopción.