Jordi Hurtado: "Al principio había mala leche en las bromas sobre mi inmortalidad"
El presentador cumplirá este año 5.000 programas al frente de 'Saber y ganar'.
18 septiembre, 2017 09:29Veinte años después de su estreno, Saber y ganar no sólo es el concurso más longevo de la televisión en nuestro país, sino el espacio más visto de La 2. Todo un récord que ha hecho que durante los últimos años se haya bromeado sobre la inmortalidad de su presentador Jordi Hurtado.
Una broma que el propio presentador se ha tomado con humor hasta el punto de aparecer en El ministerio del tiempo o protagonizar campañas publicitarias, pero que en un principio no fue de su agrado por lo que suponía para su familia que dijeran que estaba muerto.
BLUPER tuvo ocasión de hablar con él durante la pasada edición del FesTVal de televisión de Vitoria y nos contó esto, entre otras cosas.
Se te ve muy showman...
El sentido del humor es importante, hay que aplicarlo siempre y creo que el espectador de Saber y ganar ya lo ve. Siempre lo digo, en el programa no hay guión para tener un hilo conductor. Sólo existe en las preguntas. Todo me lo invento junto con Juanjo, nos metemos el uno con el otro y todo va fluyendo según pasa y según lo que dicen los concursantes.
Me han hecho ofertas. Pero siempre pensé que si la oferta no era muy clara, no valía la pena
¿Y por qué no te vemos en otros formatos? ¿No quieres?
Supongo que no lo han descubierto. ¡Yo no mando en estas cosas! Yo estoy muy cómodo y además es eso, son siete días a las semana, los 365 días del año, y estoy muy comodo y encantado.
De presentar otro formato, ¿qué te gustaría?
Algo de un entretenimiento de calidad. Pero, mira, no puedo irme de viaje porque no cubrimos la grabación de Saber y ganar.
¿Le han tanteado otras cadenas en este tiempo?
Sí, sobre todo en una época marcada por la desaparición de la publicidad en la pública y la crisis fuerte que pasamos afortunadamente. Pero yo siempre pensé que si la oferta no era muy clara, no valía la pena. O te hacían una oferta de esas clarísimas como a los jugadores de fútbol, como para irte al París Saint Germain, o nada, porque si lo que te están dando es un trimestre, ¿cómo te puedes jugar una cosa que ya está muy establecida y con un espectador muy fiel? Jugártela de esa manera era peligroso, así que lo valoré y para jugartela de esa manera no lo hice. Afortunadamente valoramos seguir a pesar de todos los problemas que tenía la empresa.
Y acertó…
Sí, estamos todos muy satisfechos. Lo analizamos y decidimos intentar salir adelante como fuese, y ver si podían venir ingresos por parte de patrocinios culturales u otras vías, porque lo que no podía ser es que un programa líder de audiencia dijera el consejo que no lo podía hacer porque no tiene presupuesto. Entonces, ¿aué iban a hacer? Pero hubo un momento de incertidumbre, ya sabéis lo que pasó con las series, que se dejaron de emitir. 2012 fue un año muy complicado, un año que afortunadamente para mí terminó muy bien con el premio Ondas al Mejor Presentador en noviembre, y fue un revulsivo a todo lo que habíamos sufrido en aquella época anterior.
Hubo un momento en el que vi peligrar Saber y ganar por la crisis
Pero, ¿alguna vez has valorado que estar tanto tiempo aquí no te haya dejado presentar otras cosas, por ejemplo OT?
No, no. La verdad es que no me veo presentando esos formatos. No es lo que pierdes, sino lo que ganas. Yo he ganado todo lo que decía: seguridad profesional, la falta de incertidumbre...
¿Y no tiene ni una espinita clavada?
(Canta) Eres como una espinita que se me ha clavado en el corazón No, no, la verdad es que no. Al contrario, yo me siento muy contento, muy agradecido, muy feliz. Y muy orgulloso de poder hacer este programa.
¿Vio peligrar Saber y ganar?
Sí, sí, es que te lo decían, igual que el Consejo decía que no podía mantener Clan ni Teledeporte. Teledeporte estuvo a punto de desaparecer y los deportes iban a volver a La 2. Y eso hubiera sido el desastre. Caíamos por Roland Garros, por la Vuelta, por el Tour, el balonmano de aficionados, la petanca… Y todavía el programa se mantenía. Por favor, ¡los deportes que sigan en Teledeporte y que no se muevan!
Pasados los 4.000 programas, ahora las miras están puestas en los 5.000...
El tiempo pasa muy rápido. Desde que estuve en El Ministerio del Tiempo, fíjate cómo pasa. Lo celebraremos haciendo programas especiales contando con los primeros magníficos...
¿Le hacen gracia las bromas sobre cómo pasa el tiempo por usted o su inmortalidad?
Sí, porque ahora esto ya ha tenido un retorno positivo, la gente te ve con admiración, te lo dicen con cariño. En Viaje al centro de la tele ha salido el primer casting que hice en 1983.
Al principio había mala leche en las bromas sobre mi inmortalidad
¿En algún momento le han llegado a molestar esas bromas?
Hombre, en el inicio había un pelín de mal rollo porque jugaban con la vida y seguro que a ninguno os hubiera hecho gracia. Al principio había mala leche, porque decían que yo ya no estaba, que lo había dejado todo grabado... Mi madre era mayor y se pegaba unos sustos; mis hijas estaban en la universidad y le llegaban unos memes que no hacían gracia. Lo pasamos mal por el entorno. Uno es profesional y se lo echa a la mochila.
Pero con el tiempo, ha cambiado y cuando sale un meme nuevo, ves que son súper ingeniosos. Salió lo de Nescafé, que se había arruinado porque yo había ganado el sueldo para toda la vida, y me pareció cojonudo, ¡es la hostia! ¡Qué imaginación! ¿Quién se inventa estas cosas? Entonces hemos tenido este retorno como imagen publicitaria, sobre todo en redes sociales.
Mi secreto real de la inmortalidad es la genética. Mi madre tiene 95 años.
¿Y cuál es tu secreto real?
Es la genética. Mi madre tiene 95 años, toquemos madera, y está muy bien. Es la genética, el metabolismo y el chocolate negro, que es uno de los secretos, que va muy bien porque tiene antioxidantes. Y caminar, moverse...
Aunque parece que no cambies por fuera, ¿en qué ha cambiado por dentro en estos veinte años?
Hombre, en la seguridad, la tranquilidad que te da el saber que tienes trabajo todos los días. Esto es muy importante para un profesional en un medio en el que muchas veces hay condiciones precarias, estás en proyectos que no tienen continuidad, estás pendiente del teléfono, pendiente de que te llamen, de que salga algo que funcion. Por lo que cuando tienes esta continuidad, tienes esta relación con el espectador, que ama el programa y te conoce de esta forma tan positiva... Yo salgo de vacaciones y todos los españoles donde estás te piden fotografías de una forma muy educada y maja, la gente te alcanza con mucho cariño y eso no te molesta porque ves que hay una relación muy buena.