Muchas veces los actores de televisión piden que se separe lo que es el personaje de su persona. Una petición de la que forma parte Seth Gillian, que en The Walking Dead interpreta al sacerdote Gabriel Strokes, uno de los papeles que más odio suscita entre los fans, pues por sus creencias religiosas no quiere empuñar armas ni acabar con los zombies. Un odio que le hicieron llegar a través de cartas amenazadoras.
"Tardé en acostumbrarme a las amenazas de muerte y en darme cuenta de que venían de chicos de 13 años en el sótano de sus casas en Wisconsin, en contraposición a la gente que realmente me estaba haciendo daño” ha afirmado el intérprete en una entrevista promocional para Enterteiment Weekly. “Eso tuvo un profundo impacto en mí sobre lo seriamente que está la gente involucrada con los personajes de la serie", añade Gilliam.
En lugar de amedrentarse, el actor sacó fuerzas de flaqueza de esta situación. "Me di cuenta de que todavía tenía un trabajo que hacer, sin importar si estaba siendo amado o no. Es un poco difícil, porque creo que todo el mundo quiere ser amado", explicó al citado medio. Sobre su personaje, apunta que en los nuevos episodios que se estrenarán el el 22 de octubre "ahora tiene un propósito, por lo que está más dispuesto a hacer cosas porque siente que está siendo guiado por Dios de nuevo. Mientras que creo que perdió a Dios por un tiempo, y ahora está escuchando a Dios de nuevo".
Laurie Holden también recibió amenazas
Gillian no es el único actor de The Walking Dead que ha recibido amenazas; la actriz Laurie Holden (Andrea) también vivió esta desagradable situación después de que disparase accidentalmente a Daryl, uno de los personajes más queridos.
En su caso, Holden recibió correos electrónicos, y en la opinión Gillian cree que aún hay rencillas habiertas, pues desde su punto de vista "aún hay odio dirigido a Laurie Holden debido a lo de Daryl, y porque ella tuvo un romance con el gobernador. En mi opinión, hizo un trabajo fantástico".