Hablar de Netflix mola. Al menos, ese es el universo en el que se han metido los medios de comunicación y en la burbuja en la que ha logrado colar la propia Netflix a los medios. La compañía, que celebra su segundo aniversario en España este viernes, ha conseguido que hasta sus producciones más pequeñas tengan una repercusión en medios de comunicación que ni las series nacionales con estrellas del papel couché han logrado.
Conseguir que Stranger Things ocupe titulares es mucho más fácil que El accidente, la nueva serie de Telecinco, sea motivo de conversación. Y es que Netflix consigue con aparente facilidad que todas sus producciones se viralicen, hasta el punto de hacer creer a los medios de comunicación que no hablan de ellos parezcan completamente desactualizados. Campaña publicitaria gratuita.
A veces lo consiguen con una polémica que no es casual. Colgar un cartel de Narcos en el que se habla de “blanca Navidad” en plena Puerta del Sol o citar al propio Rajoy en el centro de la capital supone una buena inversión dado que tendrá repercusión en todos los medios de comunicación. En Netflix sabían que el cartel que colgaron en San Sebastián con este “Yo soy español, español, español” tendría sus consecuencias. ¿Y qué? Ahora todo el mundo sabe lo que es Fe de etarras.
“El éxito es muy difícil de medir: has cabreado a 1 millón de personas pero has conseguido que otros 2 millones se enteren de que existes”, le contaba al periodista Peio H. Riaño la directora creativa de Estresarte, Paula Martín. Y es que no hubo medio de comunicación que no se hiciese eco de la controversia en torno al cartel de la última película española de Netflix.
La publicidad ya no existe sólo en los medios. Ahora las redes sociales son un elemento básico para hacer correr la voz de forma rápida y eficaz. Pero, sobre todo, barata. Por eso la mayoría de campañas de Netflix están dedicadas a vídeos muy directos que acaparen miles de retweets. Enfrentar a Marta Sánchez con Vicky Larraz o juntar a las grandes divas de Eurovisión el mismo día que se celebra la gran final del certamen producen un reconocimiento de la marca sin límites. Una forma de actuar que desde las cadenas españolas todavía no han sabido conjugar.
La segunda temporada de Stranger Things verá la luz el próximo 27 de octubre. Ese mismo día se estrenará en Movistar+ La Zona, el primer título original de sus series propias (después de la ya reconocida Velvet Colección). Pero el número de impactos que ha tenido Stranger Things es inmensamente mayor al de La Zona a pesar de ser una serie española. Y Netflix sólo tuvo que hacer una página en el Teletexto para (muy barata) para alcanzar la máxima viralidad.
Y, para comparar producto español con español, el mejor ejemplo es el gran impacto que tuvo en las calles el estreno de Las chicas del cable, la primera serie española de Netflix. La ficción protagonizada por Blanca Suárez hizo casi toda su campaña en las calles, con grandes lonas por las ciudades, con contenido con el que jugar y acercarse y, sobre todo, haciendo partícipe al espectador de su contenido. Al final, ellos sólo tuvieron que poner unas cuantas telefonistas por las calles. Las imágenes de todo aquello terminarían en las redes sociales sin mucho esfuerzo.
Pasen, vean y, si se han ofendido, al menos ya lo han visto. Esta es la estrategia de Netflix. Al mismo tiempo, sus ingresos siguen creciendo y su flujo de actividad por todo el mundo es imparable. Mientras tanto, aquí estamos, hablando de Netflix otra vez.