Ana Pastor estrena nuevo programa en laSexta, ¿Dónde estabas entonces?, una serie documental que arranca en 1977 -con las primeras elecciones democráticas celebradas en nuestro país tras la dictadura franquista- y finaliza 40 años después. El nuevo espacio contará por primera vez la historia de estos años a través de las voces de sus ciudadanos, sus auténticos protagonistas.

Con motivo de ello, en BLUPER hemos querido charlar con la periodista sobre este nuevo programa que nos mostrará una nueva faceta, sobre cómo ha vivido el conflicto catalán y los numerosos memes que se han generado sobre ella y Antonio García Ferreras, o sobre su nueva aventura empresarial.

¿¿Dónde estabas entonces? no va a mostrar una faceta distinta de Ana Pastor?

Hay quién dice que estoy hasta simpática (risas). Cuando no tienes delante a un político sino a una persona que ha ayudado a que este país sea mejor, sólo te queda escuchar, disfrutar de lo que cuenta y muchas veces darle las gracias.

¿Es en cierta medida una vía de escape a tu trabajo en Cataluña?

Como dice Pablo Alborán en una de sus canciones: “Es como una pausa en mitad del desorden”. Supone muchas horas de trabajo, pero me ha supuesto una pausa que no me viene nada mal, aunque no tenga muchas horas al día. Me está enseñando a frenar, a disfrutar porque quien te está hablando no te está intentando mentir, sino alguien que lo ha vivido en primera persona, que te lo quiere contar y merece el máximo respeto.

¿Cómo te organizas con tanto trabajo?

Como la gran parte de la gente. Intento hacerlo lo mejor que puedo. Lo decía el otro día en El Hormiguero: las enfermeras que cuidaron a mi madre en un hospital público no saben si mañana van a trabajar porque trabajan por horas con contratos lamentables. Y ellas también tienen hijos y quieren llevarle y recogerle en el colegio, les ven poco. Decir que el problema de la conciliación lo tenemos Ferreras y yo, me da apuro.

Decir que el problema de la conciliación lo tenemos Ferreras y yo, me da apuro.

¿Qué te parecen los memes que se han hecho en redes sociales?

Hay uno que me hace especialmente gracia que dice que mi hijo se está criando como el de El libro de la selva. A pesar de ello, nos han salido unos hijos bastantes sensatos, muy equilibrados y que entienden lo que hacemos y la pasión que le ponemos. No sé si con los años renegaran de ello. Pero yo siempre pienso que cuando hago algo, valoren el trabajo que hacemos.

Cumples ahora 40 años, ¿has anotado eso que dicen de la crisis de los 40?

Lo que quiero es seguir cumpliendo años. Lo contrario no se lo que significa. Me gusta disfrutar de la vida, exprimirla al máximo porque no sé cuando me voy a morir. La profesión que tengo la he elegido, soy una privilegiada y estoy en la cadena que quiero estar, presentamos este proyecto y lo aceptaron, mi madre está ya bien… No me puedo quejar.

Vives quizá una etapa de más sosiego…

Siempre he sido así. Delante de Esperanza Aguirre no le voy a contar mi vida. Esta faceta que se ve ahora es también lo que soy. Lo que soy en casa, con los amigos. Es verdad que cuando eres madre te influyen más las cosas.

¿Cuáles han sido los temas más duros a tratar?

Pues, por ejemplo, el del terrorismo hablando con Alberto Muñagorri. O e de la heroína con esa madre que te cuenta cómo su hijo con 14 años se enganchó al heroína al salir del colegio y, años después, murió. Esas ojeras de esa madre, esa mirada… Yo no recuerdo aquella época porque me pilló pequeña, pero no recordarla no impide que te dejen marcadas esas historias.

¿Qué sensación se te quedó tras hablar con Muñagorri?

Ahora ha corrido ahora la Behobia de San Sebastián y es una sensación de esfuerzo, de generosidad. Es como cuando escuchas a Irene Villa decir que ha perdonado. Yo no podría. Y con él pasa igual. Le preguntamos qué piensa cuando se cruza con la gente que le pudo hacer aquello y lo que cuenta te reconcilia con el ser humano.

Con mis hijos no sólo desconecto, sino que conecto

¿Con qué desconectas?

Varias cosas. Primero con mi hijo el pequeño que hasta me hace jugar al fútbol los domingos antes de irme al programa y me tiene una hora. Le gusta ser portero y yo venga a darle al balón. Y cuando no son mis hijos, que son lo más importante que hay, con los que no sólo desconecto sino que conecto, también me gusta ver series. Stranger Things me tiene loca porque también conecta con la maternidad y la forma de entender los miedos. Por ejemplo, mi hijo canta alto cuando tiene miedo para no escuchar su miedo. Y en la serie han sabido cogerle el punto a los miedos de los niños y los adultos.

¿A qué le tienes tú miedo?

A muchas cosas. A lo violento, a lo agresivo, a que le pase algo a los míos, a situaciones que se vayan de madre y no se controle, al sufrimiento, a la enfermedad.. Y le tengo miedo al miedo, a no saber gestionarlo. El miedo hay que afrontarlo de frente, dicen en Stranger Things.

¿Has sentido alguna vez miedo en Cataluña?

No. Imposible. Me pongo a pensar en Manu Bravo, compañeros de la prensa que se van a Siria y que viven situaciones peligrosas para contarnos lo que está pasando… Lo que tengo es preocupación, porque esto no se soluciona metiendo a gente en la cárcel ni convocando elecciones. El 22 nos podemos encontrar de nuevo con que el dinosaurio sigue ahí. He visto a mucha gente desgarrada en Cataluña.

¿Cuáles son las ventajas y desventajas de trabajar con Ferreras?

Una de las cosas que pedí es no depender orgánicamente de él. La situación es de igualdad. La igualdad es algo que me gusta en todas las facetas de la vida. Antes competíamos y ahora colaboramos cuando nos toca hacer especiales. Y también si podemos competimos. Algunas entrevistas suyas me gustaria tenerlas. Pero intentamos hacerlo también compatible. Yo me pongo la camiseta de laSexta y estoy intentando aportar al programa que sea.

¿Desconectáis en casa?

Si, por ejemplo, con el basket.

¿Habláis solo de trabajo?

Fundamentalmente se habla de temas profesionales, pero también están nuestros espacios que tengan que ver con los hijos, las aficiones…

¿Te consideras una madre protectora?

Yo soy mama Merkel. Tonterías las mínimas. El pequeño se hace la cama, dobla su pijama… En mi casa me han educado así y valoro la cultura del esfuerzo. Aunque seas pequeño también tienes tus responsabilidades y disfrutes.

En casa ponemos la imitación de Raúl Peréz en Late Motiv de Ferreras y los críos se parten.

¿Cómo te tomas las imitaciones?

Yo veo como lo ven nuestros hijos, que se parten. Si no tenemos sentido del humor seriamos un poco taimados. Incluso cuando lo hacen con mala leche, lo agradezco. Forma parte de nuestro trabajo. En casa ponemos la imitación de Raúl Peréz en Late Motiv de Ferreras y los críos se parten.

¿Te has planteado alguna vez parar?

Si, si. Me lo he planteado muchas veces. Nunca pensé que fuera a salir en televisión ni que iba a hacer tantas cosas. En mi casa somos los primeros que tenemos carrera. Mi madre es anafalbeta funcional y valoro mucho lo que tengo. De vez en cuando hay que pararse y valorar lo que has hecho.

¿Y te ves haciendo entretenimiento?

Yo me entretengo mucho. Yo donde me muevo cómoda es preguntar y preguntar a políticos. No se puede querer hacer todo y hacerlo bien. Lo poco que sé hacer medianamente bien es esto y además es lo que me gusta.

¿Por qué has decidido ahora montar tu propia productora?

Es una start up en realidad. Convivir con una adolescente maravillosa como tenemos en casa, me ha enseñado muchas cosas. Ella cuando quiere informarse tiene una manera de hacerlo de una forma diferente. Y ese mundo me tiene fascinada. No van a poner solo la Sexta o la CNN, y ya no solo por redes sociales. Y a partir de ahí nace una idea que quiero explorar. Los periódicos han sufrido un proceso que las teles aún no han vivido. ¿Qué va a pasar? ¿También lo vivirán? Eso es lo que quiero explorar.