[Este artículo contiene spoilers del quinto episodio de Fariña]
El capítulo que Antena 3 emitió este miércoles de Fariña fue el más político hasta la fecha. Como ya se vio en el último episodio de la serie, los narcos gallegos estaban en Portugal, huidos de la justicia e intentando que sus mujeres solucionen la situación desde España.
Fueron ellas las que se pusieron al frente del negocio del tabaco de sus maridos. Y así aceptaron la proposición de un abogado que les aseguraba que lograría hacer regresar a todos los hombres a Galicia. Aunque en un principio se sintieron engañadas, finalmente todo funcionó.
El abogado logró llevar al presidente de la Xunta hasta Galicia para llegar a un acuerdo con lo narcos. Y allí se gestó una reunión que, desde el primer momento, quedó bien claro que sería secreta y que nadie podría decir que había ocurrido.
Aunque no se dieron nombres en esa escena, el presidente de la Xunta dejó muy claro que ellos eran "muy importantes para su partido". Este presidente fue Gerardo Fernández Albor, aunque no se diese su nombre, al frente de la Xunta de 1982 a 1987 y miembro del Partido Popular, partido que no se nombró en ningún momento.
El presidente de la Xunta les ofreció a los narcos regresar a Galicia, entregarse en la comisaría y firmar un acuerdo gracias al cual no pisarían la cárcel. Y así es como los hombres de Fariña regresaron a su tierra y Sito Miñanco logró salir de la cárcel para regresar a sus negocios con más fuerza que nunca.