Este viernes toca despedirse de Cámbiame. El programa de cambios de imagen cierra la puerta en la televisión después de casi tres años en la televisión y siendo el espacio que consiguió mejorar notablemente la franja de mañana en la que ahora se emite. Sin embargo, como en la tele todo es un ciclo, ha llegado el momento de decir adiós es este formato.
Cámbiame no sólo ha sido un programa de televisión que ha funcionado muy bien en términos de audiencia durante un tiempo. Más allá de eso, el programa presentado ahora por Carlota Corredera -y antes por Marta Torné- ha sido una ventana a los cuerpos acomplejados, al mundo LGTB, a normalizar la transexualidad, los gustos sexuales o los nuevos modelos familiares.
Si bien Cámbiame nació como un programa de cambios de imagen tradicional en el que pasarían personas con problemas para encontrar un buen look, la masa de fans empezó a aumentar cuando se convirtió en un altavoz para muchos jóvenes que no sabían cómo comunicarse con su familia. Y así Cámbiame se convirtió en un psicólogo en el que los cambios de imagen pasaron a un segundo plano en algunos momentos.
No se quedó en ayudar a los más jóvenes, sino que abrió la mente a muchos mayores. Telecinco, una cadena muy aliada a los mayores de la casa, tuvo con Cámbiame la oportunidad de hacer ver que la vida había cambiado muy rápido. Y así se lo enseñó a los mayores de cada casa, que empezaron a ver con otros ojos cosas que antes ni entendían.
Prueba de ello fue su último cambio, el de este jueves. El programa elegía a Antía, la primera deportista federada tras la reasignación de su sexo. Una forma de resumir lo que ha significado este programa. Como también lo fue el cambio de Manoli de hace dos semanas, una mujer que había decidido acudir al programa con sus dos hijas para por fin verse con el aspecto masculino que siempre había deseado.
La fórmula del éxito
La fórmula funcionó y la audiencia mejoró mucho en la franja matinal, antes del informativo. Y es que el secreto de Cámbiame era su cambio final, como el rosco de Pasapalabra. La curva ascendía hasta niveles importantes y dejaba una buena base de espectadores a los informativos de la sobremesa de Telecinco.
Durante sus dos primeros años, Cámbiame promedió cuotas superiores al 13% de cuota de pantalla después de haber visto durante años cómo Telecinco no lograba hacer cuajar un formato en esta franja. Fue en marzo de 2016 cuando anotó su programa más vista, con un 14,8% de cuota y 1,7 millones de espectadores. Cámbiame se consolidó.
Tal fue su funcionamiento que se convirtió en el programa comodín de Telecinco para probar esta fórmula en otros horarios. Y así nacerían numerosos proyectos como Cámbiame Challenge, la versión de fin de semana en directo, Cámbiame Premium, presentado por Jorge Javier Vázquez en prime time como una especie de Sorpresa, sorpresa, y Cámbiame de noche, un access con la mecánica del formato diario.
Además, la fama alcanzada por los coches hizo que Marta Torné, Pelayo Díaz, Cristina Rodríguez y Natalia Ferviú se convirtieran en los elegidos por Telecinco para presentar las Campanadas de 2015. Con muy poca ropa y llamando mucho la atención, Cámbiame despidió el año con un 13,3% de cuota de pantalla y 1,7 millones de espectadores.
Un formato que nunca se ha rendido
Pero en su cuarta temporada empezaron los problemas de audiencia. El tiempo hizo mella en el programa y los datos bajaron notablemente, por debajo del 10% de cuota. En Cámbiame no se rindieron ni se quedaron con los brazos cruzados y decidieron aplicarse el cuento cambiando ellos mismos antes de caer en picado.
Y así es como el pasado mes de enero empezó a emitirse en directo, con nuevos estilistas y un jurado que juzgaría los cambios hechos durante la mañana. Durante estos meses, el programa no ha cesado en su empeño de introducir nuevas fórmulas para intentar captar de nuevo a la audiencia. Sin embargo, y a pesar de su esfuerzo, no consiguieron que las audiencias mejoraran y por eso ahora toca despedirse del programa.