49 años después de que España acogiera por primera y última vez el Festival de Eurovisión gracias a la épica victoria de Massiel en el Royal Albert Hall de Londres, el famoso certamen de la canción europea regresa a Madrid por segundo año consecutivo, aunque no sea gracias a la victoria de nuestro país.

Lo hace en forma de un gran concierto, la Eurovision Spain Pre-Party, que se celebra este sábado 21 de abril en la capital ante un público de más de 2.000 personas y en el que se reunirán 21 países de los 42 que participan este año en el concurso.

Un evento que ya demostró el año pasado su éxito y que ayuda sin ninguna duda a mejorar la imagen del Festival en nuestro país. Y es que, dado que parece muy lejano que nuestro país pueda ganar el certamen debido a la dejadez de RTVE, el hecho de que una pequeño Eurovisión se celebre en Madrid es de vital importancia para acercar el festival al público.

Y es que, más allá de ser una gran fiesta para eurofans, la PreParty también es una excelente herramienta para que el público descubra cómo es realmente Eurovisión y cómo los demás países ponen toda la carne en el asador para alzarse con una victoria que luego repercutirá de forma positiva en la imagen de su país.

"Eurovisión es una ocasión muy importante para promover tu país y tu cultura. El servicio público tiene el deber de dar ayuda a la cultura, sobre todo en estos momentos coyunturales tan difíciles", explicaba el jefe de la delegación italiana, Nicola Caligiore.

El apoyo de RTVE

Esta oportunidad por fin ha sido vista por RTVE, que al contrario del año pasado en el que dio la espalda al evento, se volcará con la Preparty y retransmitirá el evento para todo el mundo a través de su web a partir de las 22 horas.

Falta ahora por ver si este apoyo se debe al hecho de que nuestros representantes son los mediáticos Alfred y Amaia y si el próximo año seguirán apostando por este evento. No hacerlo sería un error y volvería a dar razones a aquellos que piensan que RTVE no se toma en serio el certamen.

Como ya sucediera en 2002 con Rosa López, RTVE tiene una gran oportunidad para recuperar la confianza en Eurovisión y conectar con un tipo de público que ha perdido durante los últimos años. El primero de los pasos para que en unos años España pueda volver a aspirar a alzarse con el triunfo en el certamen.