Las mentiras tienen las patas muy cortas. El presidente de RTVE, José Antonio Sánchez, afirmaba el pasado martes en el Senado con su habitual tono chulesco que si Informe Semanal no ha mencionado al medio que destapó la noticia del máster de Cristina Cifuentes (ElDiario.es) es porque “no está para eso”.

“Informe Semanal no es un Telediario, es un documental semanal. Ha tenido un tratamiento informativo objetivo. No citó porque el objeto y enfoque del reportaje no era ese sino el desarrollo de los acontecimientos y las consecuencias políticas y académicas”, decía creyéndose su propia mentira.

Pero, qué cosas tiene la vida, que menos de 24 horas después de esta demostración de cinismo en esta cámara que representa al pueblo, otro medio (OKDiario) publicaba un vídeo en el que se veía a Cifuentes supuestamente pagando unas cremas que había robado en un supermercado.

Las consecuencias ya las sabemos todos. Cifuentes dimitió tras haber sufrido en sus carnes el método Frank Underwood y este sábado, como no podía ser de otra forma, Informe Semanal abordaba el tema en profundidad.

Y, fíjense qué casualidad, que esta vez el documental semanal que no está para ir citando medios, no tuvo ningún inconveniente en contar con el analista e investigador de OK Diario, Manuel Cerdán.

Una muestra más del cinismo y descaro que lleva instalado en RTVE desde hace más de siete años y que parece que el PP quiere seguir defendiendo dado su bloqueo al concurso para elegir un nuevo presidente para la Corporación.

Destruir lo que levantó Pedro Erquicia

Un cinismo que representa a la perfección el propio director de Informe Semanal, Jenaro Castro. Y es que, con él, el programa se ha convertido en una parodia de lo que fue alcanzando cuotas de manipulación hasta ahora desconocidas.

A pesar de ello, con motivo de la muerte de Pedro Erquicia, Castro no tuvo ni el más mínimo escrúpulo en firmar un artículo en El Mundo alabando al padre de Informe Semanal diciendo cosas como que “la información veraz democratiza y nos hace mejores a todos como individuos y como sociedad”.

Lo decía precisamente él cuyas prácticas de manipulación pueden ser perfectamente estudiadas en las facultades de periodismo.