Es la historia de nunca acabar en Eurovisión. En numerosas ocasiones se ha colado un espontáneo para llamar la atención en algún momento durante la gala. Si el año pasado fue Jamala, ganadora de Eurovisión en 2016, la que tuvo que sufir este momento, este año ha sido la representante de Reino Unido.
SuRie estaba cantante su tema en novena posición cuando un hombre ha interrumpido el espectáculo y le ha quitado el micrófono a la cantante. Ella no ha podido hacer otra cosa que empezar a aplaudir.
En pocos segundos han aparecido sobre el escenario varios miembros del equipo de seguridad que se han llevado al hombre y SuRie ha podido terminar su actuación.
Es algo parecido a lo que le pasó al representante español Daniel Diges en Eurovisión. El cantante tuvo que repetir su actuación al final de la gala, pues todos los representantes tienen que tener la misma oportunidad de hacer su número de forma íntegra y correcta.
Aunque la EBU le ha ofrecido a la delegación inglesa volver a cantar el tema al final de todas las actuaciones, desde la candidatura han decidido no repetir la actuación pues, aseguran, que están muy contentos con el resultado y que no hay razón para repetir.