Televisión Española ha desplegado su poderío este sábado para cubrir la boda Real británica del Príncipe Harry y a la actriz Meghan Markle. De hecho, por la mañana ha organizado un especial de Amigas y conocidas para narrar al dedillo lo que ocurría en Reino Unido, como si de prestar un servicio público se tratase; aunque luego desde esa misma casa no se emita en directo otros eventos como el World Pride de Madrid, o situaciones de interés político o social como la dimisión de Cifuentes o las manifestaciones de los pensionistas.

No obstante, Televisión Española siempre ha tirado la casa por la ventana a la hora de dar cobertura a las bodas reales, en especial con las de la corona española, dejándose un auténtico dineral en medios y derechos de emisión.

El 22 de mayo de 2004, el entonces príncipe Felipe y Letizia Ortiz se daban el sí quiero en la catedral de la Almudena de Madrid, la cual tuvo un gran impacto mediático. En Televisión Española, la ceremonia fue seguida por 7.700.000 espectadores, y en total, más de 25.000.000 de televidentes conectaron con el enlace en algún momento y en alguna cadena.

Por dicha ceremonia, Televisión Española se gastó 4,5 millones de euros, según explicó en el Congreso la entonces directora general del ente público Carmen Caffarel. Dicha cifra se desglosó como dos millones de euros correspondientes a los gastos externos -alquiler de equipos, por ejemplo- y el resto a gastos internos. Una cifra ligeramente superior a la que se destinó a cubrir la boda de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarín en 1997 (700 millones de pesetas, 4,2 millones de euros). Esta cobertura fue muy criticada por el Partido Popular, entonces en la oposición, debido a que la retransmisión tenía poca "documentación" sobre los altos mandatarios extranjeros que asistieron al enlace de los actuales reyes.

Javier Casamayor estaba al frente del equipo que se hizo cargo de retransmitir la unión eclesiástica, y fue elegido por haber trabajado antaño junto a la difunta Pilar Miró en las bodas de las infantas. El despliegue, que dio para 50 horas de programación, incluía 27 unidades móviles y 200 cámaras repartidas por la Almudena, el Palacio Real, la Basílica de Atocha -donde se hizo la ofrenda del ramo de flores- y las calles de Madrid.

¿Cuánto costó realmente?

El desembolso de 4,5 millones fue la cifra oficial. Sin embargo, cuando en la primavera de 2015 el exministro socialista José Bono publicó la segunda entrega de sus memorias 'Diario de un ministro' se apuntó que el importe total triplicaba este número: "Hechas las averiguaciones oportunas en RTVE me informan con detalle: el pago efectuado por el ente público en concepto de "Boda Real" ascendió a 2.289.140.000 pesetas (13.758.008 euros)", recogía el libro. Sin embargo, tras la publicación, Bono explicó que esa fue el importe que le dieron, pero que pudo haber algún error al haber algunos precios en pesetas y otros en euros.