En un intento por insuflar un poco de vida al Festival de Eurovisión Junior tras haberse convertido durante los últimos años en un auténtico fracaso, la UER anunciaba este miércoles que la próxima edición que se celebrará el 25 de noviembre en Minsk (Bielorrusia) contará con una participación récord de 19 países.

Pero, además, el organismo se guardaba un as más en la manga con el anuncio del debut de las televisiones de Kazajistán y Gales. Dos debuts que tienen su particular trasfondo ya que mientras la llegada del país euroasiático puede ser el anticipo a su participación en el Festival de Eurovisión, la de Gales abre la puerta a la participación de televisiones regionales o autonómicas.

Reino Unido nunca ha cantado en galés, irlandés o escocés en sus 61 participaciones en Eurovisión

Debido a la negativa de la BBC inglesa a participar en Eurovisión Junior -las tres participaciones de Reino Unido fueron a través de la ITV-, la televisión privada con vocación de servicio público de Galés (S4C) ha llegado a un acuerdo con la inglesa para así cubrir su plaza en este certamen.

El objetivo de esta televisión, que ya había mostrado su interés en participar por el Reino Unido hace diez años, es difundir el idioma galés a una audiencia más amplia ya que en sus 61 participaciones en Eurovisión Reino Unido nunca ha cantado en esta lengua.

De esta forma será la primera vez que esta nación del Reino Unido participe en el certamen, lo que no sólo abre la puerta a que otras naciones de aquel Estado como Escocia o Irlanda del Norte puedan participar en Eurovisión Junior, sino a otras naciones o regiones de Europa como Cataluña, País Vasco, Flandes, Baviera o Córcega. No obstante, para que esto se produjera tendría que darse una serie de requisitos.

Unos requisitos difíciles

El primero de ellos sería que la televisión pública del país, en el caso de España RTVE, llegue a un acuerdo con una televisión autonómica (TV3, ETB, TVG…) para cederle su puesto en el certamen para que también puedan difundir su idioma. Algo que a día de hoy parece bastante impensable dadas las tensiones existentes en nuestro país.

Pero, además, según las normas de la Unión de Europea de Radiodifusión (UER), el requisito fundamental para participar en Eurovisión o Eurovisión Junior es ser miembro activo de este club.También podrían participar aquellas cadenas que hayan solicitado su acceso a la UER formalmente y estén a la espera de su aprobación.

En este caso, ninguna televisión autonómica española ni es miembro activo de la UER, ni ha solicitado su acceso en los últimos años. Ya en 1983, tanto TV3 como ETB intentaron formar parte de este club, pero se encontraron con la oposición frontal de RTVE.

Entonces, el director general del Ente Público Radiotelevisión Vasca (ElTB), José María Gorordo, defendió que “en el estatuto de Eurovisión se dice que para pedir el ingreso debe disponerse del permiso de las autoridades competentes, que nosotros defendemos que son las derivadas del estatuto de autonomía, es decir, el Gobierno y el Parlamento vascos, pero en Madrid no opinan lo mismo”.

Un festival de capa caída

Sea como fuera, el Festival de Eurovisión Junior demostró el pasado año estar herido de muerte. Después de quince ediciones, la versión para niños del popular certamen se convertía en un auténtico fracaso con el colapso del sistema de votaciones, unas audiencias paupérrimas y la nula implicación de la Europa Occidental.

Para la pasada edición, la UER había introducido un importante cambio en el sistema de votación de Eurovisión Junior para hacer el espectáculo más interesante: el público podría votar por primera vez en la historia de forma online antes y después de la gala.

En concreto, la audiencia podría votar a través de la web de Eurovision Junior desde el viernes 24 de noviembre hasta las 15:59 horas del domingo 26, viendo previamente un resumen de todas las canciones y, ya durante el show, se volvería a permitir la votación online durante quince minutos después de la última actuación. El resultado final sería una combinación entre unas y otras votaciones al 50%.

Sin embargo, un colapso en el sistema de votaciones durante la segunda ronda provocada por una afluencia masiva de usuarios hizo que sólo se pudieran computar los escasos 330.000 votos de la primera ronda, procedentes de 100 países. Un dato que demostraba el escaso interés que había provocado el certamen.